Pandora Nott es una persona muy peculiar y no es para menos teniendo en cuenta quienes son sus padres. Para el mundo era igual a su madre, con el cabello rubio, piel lechosa y esa mirada ensoñadora, pero en realidad tenía más aspectos de su padre en lo que se refería a personalidad. Si bien no era fría con las personas si era muy sincera, a veces incluso llegaba a sonar cruel, pero eso era un tanto malo para la joven rubia puesto que le era casi imposible mentir, excepto por la mentira que había llevado durante más de casi cinco años y si por fin dejaba de engañarse a sí misma, era hora de ponerle fin.
Solo había un problema, no tenía ni la menor idea de cómo hacerlo.
—¿Estás bien? —escucha preguntar a una de sus mejores amigas sacándola de su ensoñación. Quería responder que no, no estaba bien, pero Camille era precisamente uno de los motivos por lo que no había decidido terminar con lo que tanto le afectaba.
—Por supuesto, es solo que este caso me tiene algo preocupada —responde levantando el enorme folder que tenía enfrente. Para una persona que no sabía mentir bien, lo había hecho muy bien los últimos años.
—¿Qué tiene tan preocupada a mi rubia favorita? —escuchan desde la puerta donde está sin duda su otra mejor amiga.
—¡Lilu! —gritan ambas chicas antes de lanzarse a los brazos de la pelinegra que las recibe gustosa. Nunca lo diría en voz alta, pero sentía un apego más intenso con Lilu que con Camille, más que todo por recordar que hubo otra vida donde solo eran las dos. No es que no quisiera a Camille, todo lo contrario, la adoraba, pero los recuerdos que tenía con Lilu se sentían más vividos que los que tenía con Camille.
—Sí que me extrañaron, debo irme más seguido.
—No, por favor, no —dice como niña chiquita mientras aprieta más la cintura de su amiga. Necesitaba decir en voz alta lo que sentía, sentía que si callaba por más tiempo iba a terminar explotando.
—Tranquila, no tendré un viaje en un largo tiempo, así que cuando llegue la hora de irme estarás tan cansada de mí que me pondrás el cinturón de seguridad del avión.
—Nunca podríamos cansarnos de ti —dice Camille separándose del abrazo. —Ahora, hay que celebrar que volviste, aunque, ¿dónde dejaste a hurón que siempre tienes pegado a ti?
—Fue a ver a Ally, la verdad es que primero fuimos a Hogwarts, pero no sé qué mosca le pico que se puso todo raro luego de ver a Elly y Vilu —la pelinegra se encoje de hombros. —Bien, ¿quién quiere ir a comer?
Las dos aceptan gustosas, pero cuando están por salir el celular de Camille suena indicándole que debe ir a una misión de inmediato así que disculpándose y de mala gana se va hacia el cuartel de aurores.
Es así como se queda a solas con Lilu y como si alguna vez pudiera dejar de sorprenderla en lugar de ir a un restaurante, la lleva a un bar.
—¿Qué hacemos aquí?
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Historias y aventuras de una nueva generación II
FanficLas aventuras de la tercera generación no se limita solo para los más grandes, ahora los más pequeños ya no lo son tanto y empezaran a ver un mundo lleno de posibilidades a los que tendrán que enfrentarse, mientras los mayores deberán emprender nuev...