I N M O R T A L

New girl

Nombre: Sarah Rose, Sarah Cullen. Hija adoptiva de Esme y Carlisle Cullen.

Apariencia: Ojos color cafe con pequeños destellos amarillos, cabello color negro como la noche y la piel tan palida y fria

Especie: Humano semi-inmortal

Dieta: Comida humana

Edad: 15 años

-¡Sarah!- La voz de Rosalie llamando a mi puerta me saca de mi enternecimiento matutino, ustedes saben, despertar de un buen sueño no es la sensación mas gratificante.-¡Se hará tarde!- Grita por ultima vez mi hermana

-Ya voy- Grite de vuelta

Tome el cepillo que estaba en mi mesa y me sente en el banquillo frente al espejo. Cepille mi cabello, realmente no necesitaba mucho esfuerzo para hacerlo, apenas y sobrepasaba mis hombros. Me coloque un liston azul turquesa, nunca falta un liston azul en mi cabello y hoy seria la excepción, aunque Rosalie me sacara la cabeza por hacerla llegar tarde.

Y si bien no soy igual de bella como mis hermanas, pero siempre trato de tener algo que me destaque de ellas, y realmente no es difícil hacerse notar ¿Por que? todos mi familia son vampiros, claro la inmortalidad y su forma tan bella de hacer ver a alguien tan precioso. Con el simple echo de existir a su alrededor ya era suficiente para que te volteen a ver.

Inmortalidad, algo de lo que yo carecía.

Oh dios mi hermoso liston, nunca dejas que sea invisible. Te amo y no sabes cuanto.

"Me da una vibra unica y cool" Pense al mirarme al espejo y terminar de acomodar mi cabello. Lo que mas me gustaba de mi era mi apariencia, mis ojos eran la joya que coronaba mi belleza. Quizá por eso me habían escogido, dicen que los ojos son la ventana del alma.

-Eso es mentira, te hace lucir como una niña pequeña - La voz de Edward hizo que me diera un vuelco al corazón y busque su mirada en el espejo, me veía con diversión y reía por lo bajo al escuchar mi corazón acelerado.

Pum pum pum...

-Diablos Edward - puse la mano sobre mi pecho e intentado regularizar mi respiración- ¿Desde cuando estas en mi habitación?- Me voltee para poder ver mi hermano de frente, el estaba recargado en el marco de la ventana ¿Como no note cuando se escabullo? - No entres asi en mi habitación, por lo menos avisa la próxima vez

-Bueno, te habrias dado cuanta de que entre si no hubieras estado pensando en tonterías- Camino en mi dirección y se inclino un poco para poder tomar mi mentón con una de sus manos- No necesitas esta maldición, asi estas bien.

Me pare del tocador y tome mi mochila que estaba sobre mi cama. Sali de mi habitacion con Edward pisandome los talones. No quería tener una charla de esto con el, no de eso. El no entendía mi frustación al no poder vivir como una persona normal ni como un vampiro.

-Rosalie ya se fue- Solto mientras bajabamos las escaleras- Tardaste mucho en salir de tu habitación ¿Sabes que hoy en día puedes poner una alarma en tu teléfono? Ya sabes, las personas usan eso.

-Increible, llegare tarde a gimnasia- dije ignorando su comentario. No era mi culpa que en sus tiempos se despertaran con un gallo cantando al oido.

-Ha sido culpa tuya- Y tan caballeroso como siempre abrió la puerta principal y me dejo pasar primero- Tal vez si no hubieras estado admirando tu fea cara nada de esto habría pasado y yo no tendría que llevarte a la escuela.