Paranoia, un canto
Te expreso.
Les tengo miedo a los parques,
con sus gentes, con sus colores,
al agua, mas aun a la salada, a sus criaturas.
Camino, miradas,
la mía.
En las multitudes gente pálida,
conceptual, casi figurativa,
poco se rompe la norma, aun son muy muy estéticos,
muy atrayentes.
Enamorarse del pelo, de los dientes,
de los ojos, de las pelvis,
aun así huyen de los abdómenes.
Esperan en el transporte publico,
en las esquinas,
en los hospitales,
en las tiendas de barrio,
sin tomar asiento, los veo, los veo cerca
están allí, cerca, muy cerca,
las miradas, la respiración, el vientre cerca,
la pipa apuntando a la cerviz,
la mano en la sienes
para estrellar la caja de cambios contra el vidrio.
Todo listo para que se volqué
el camión,
que caiga encima de la carne.
Las ciclas en los andenes tiradas,
risas infantiles, se filtran en el estruendo
de la guitarra, la batería, el bajo,
la voz desgarrada
Silencio
nadie.
Hace hincapié en el guardia del sector,
armando un cuero,
me ofrece un plon
Aguarda
verdaderamente nadie.
El faro, se están apagando,
todo, la luz esta sobre la cabeza,
es la única encendida
Ruido
Finalmente, solo uno,
Espera
Solamente uno, sin réplica,
BAM
fue seco, nada.
Vienen, se acercan,
olor de tierra en el aire.
Todo tiene rejas,
Doña Alehí tiene abierto,
se corren las sillas,
por favor,
Aquí ...
Oiga, señora Alehí,
¿No me oye? Media de aguardiente
Nada ...