Hay un millón de cosas que aprendí a tu lado.
Quizá no recuerde la mayor parte de ellas en este momento, porque la mayoría parecieron ser insignificantes en ese momento y justo ahora es cuando llego a apreciarlas.
Y eso es de humanos.
Darnos cuenta de las cosas valiosas hasta que ya no las tenemos con nosotros.
"Todo va a salir perfectamente bien. No te preocupes."
Todos utilizaron esa frase, conmigo, contigo, con tu madre.
Decirle "no te preocupes" a alguien que está preocupado es el peor error que puedas cometer, porque aumentas la preocupación.
"Cuida a Noah de mi parte, los amo a ambos."
¿Por qué demonios se te ocurrió decirme eso antes de entrar a ese quirófano? Te odié, te odié un montón de tiempo mientras lloraba sentada sobre el suelo, con mis piernas abrazadas contra mi pecho y mi cabeza enterradas en el hueco que estas formaban.
¿Por qué decidiste decirme "te amo" entonces?
¿Por qué no antes?
¿Por qué fuimos tan tontos ambos?
"Por favor, pídele a mi madre que no se enfade por la estupidez que cometí."
¿Y qué había de mí? Tu madre estaba enfurecida pero no había nada que hacer al respecto. Todos estábamos conscientes de tu gran corazón de oro, pero tu pequeño cerebro de maní a la hora de tomar decisiones.
"Te voy a amar siempre, la chica que conocí gracias a un día lluvioso, la que formó parte de mi vida por tanto tiempo. Te amo y te amaré dondequiera que vaya después de esta vida."
Quise detener al médico y decirle que me dejara entrar para golpearte y decirte que eso no era una despedida... era solo una declaración, no una despedida. Me negaba a verlo como una.
¿Por qué siempre pensamos lo peor en todas las situaciones?
Vamos siempre hacia los desenlaces más caóticos.
Tal vez mi alma de artista era la causante.
No lo sé.
Siempre que llueva voy a acordarme de ti, de aquella mañana que te apiadaste de mi alma bajo la lluvia y me llevaste a la escuela. Voy a acordarme de ti, porque siempre quise besarte bajo la lluvia y fue la mejor experiencia que pude haber tenido.
Siempre que vea un arcoíris haré caso del tonto chiste de Jake y fingiré que estás al final de él, junto a una gran olla de oro, danzando, por el simple hecho de ser irlandés. (Es un chiste pésimo de Jacob, pero río de todas formas).
Las golosinas, el cine, las viejas canciones que escuche... todo me hará referencia a ti.
Porque te convertiste en mi todo.
Y siempre va a ser de esa manera.
Y voy a sonreír, porque me diste lo mejor de la vida. Me enseñaste a desinhibirme y amarme a mí misma, a apreciar la vida y a los demás. A disfrutar de las pequeñas cosas, a retomar el camino del arte que alguna vez dejé por cuestiones de mi loca e inusual vida.
Me enseñaste a quererme y a amar.
Pero nunca amaré a nadie como a ti (a excepción de Noah, mi pequeño sol).
Siempre fuiste tú y siempre serás tú.
Y yo, seré siempre para ti.