Yūrei -Markson- (Adaptación)

Epílogo.

Era un día muy hermoso en el cual el sol brillaba en lo alto, Mark sintió la calidez de él cuando se asomó por la ventana.

Tal y como lo prometió, desde su partida, Mark se tomaba unos minutos al día para mirar el cielo y recordar a Jinyoung.

A la mañana siguiente de su partida, Jackson despertó muy tranquilo y feliz, le contó que había visto a Jinyoung y que su corazón estaba en paz y en calma.

Todo fue muy bien y Jackson tuvo mucho éxito como modelo, pero no se sentía seguro de querer continuar en ese camino, así que Bambam se sintió más que encantado por tenerlo como su asistente y maestro de los aspirantes a modelo.

Mark lo apoyó en todo lo que él quería hacer.

A veces descubría a Jackson mirando al cielo con una sonrisa, e iban a visitar la urna de Jinyoung una vez al mes.

Su recuerdo permanecía en el corazón de ambos.

Habia pasado ya un año desde que se fue y ambos vivían felizmente.

- ¿Puedes repetirme por qué tenemos que llegar tan temprano? - Jackson se quejó cuando Mark lo despertó.

- Porque prometí ayudar a Youngjae a arreglarse y con sus nervios, y tu prometiste ayudar a JB con los invitados y todo eso - Jackson enterró su cara en la almohada.

- Tengo una idea mejor - dijo mirando a Mark - ¿Por qué no vienes aquí y dormimos un poco más?

Mark rió al ver a Jackson con los brazos extendidos, invitándolo a unirse a él.

- Se nos hará tarde, Gaga - Jackson lo ignoró y se acostó de nuevo. - ¡Wang Jia Er! ¿Estás ignorándome?

Mark estaba indignado, Jackson realmente le estaba haciendo un berrinche.

Jackson se dio la vuelta para darle la espalda, Mark caminó hasta él y con planes de quitarle la cobija, comenzó a forcejear por ella.

Jackson lo tomó de la muñeca y lo jaló hasta que, tal y como quería, quedó recostado a su lado y Jackson lo abrazó.

- Eres un tonto - Se quejó Mark al sentirlo abrazándolo como koala.

- Diez, diez minutos y después te prometo que te dejaré libre y me levantaré - Mark sonrió.

- Ya que estamos aquí, que sean quince - Jackson sonrió grandemente.

Durante esos minutos, Mark se acomodó mejor y quedó cara a cara con Jackson, mientras él tenia los ojos cerrados, Mark admiraba su rostro y poco después Jackson se le unió y ambos estaban ahí, en mirándose completo silencio, no había nada que decir, ambos lo sabían todo.

Sabían el gran amor que había en medio de ellos y que, a pesar de haber sido heridos, ambos habían podido sanar su corazón con la ayuda del otro.

Tal y como prometió, Jackson se levantó después de quince minutos que le parecieron muy cortos.

Mark fue a preparar el desayuno, se había bañado mientras Jackson aun dormía. Como ya no le molestaba que Jackson viera su cicatriz, se puso una camiseta sin magas.

Terminó más rápido de lo que pensó y esperó a Jackson sentado en la encimera.

Jackson apareció minutos después y sonrió al ver a Mark ahí sentado mientras veía distraidamente su teléfono.

Se acercó a él, le quitó el teléfono y lo puso a un lado.

Mark le sonrió y abrió sus piernas para que Jackson se acomodara ahí.