𝚂ó𝚕𝚘 𝚞𝚗 𝚛𝚎𝚝𝚘 - 𝙼𝚒𝚌𝚑𝚊𝚎𝚗𝚐 [𝙶!𝙿]

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— ¿Qué es éste lugar?. —Su mirada se posó en esa gran hermosa vista que tenían ahí.—

— Ni yo sé, simplemente... Es un lugar bonito... Muy bonito. —se sienta en una silla pequeña.— me dijiste que te llevara a algún lugar... Acá estamos. —Sonríe la menor, pasándole un refresco a su mejor amiga.—

El silencio llenó el ambiente, aunque no era necesario hablar, ellas simplemente miraban el cielo oscuro, viendo las luces iluminar la ciudad, tomando su refresco, tranquilamente. Hasta aquel lugar no llegaba mucho el ruido de la ciudad, solo estaba ese sonido de las hojas de los árboles moviéndose, todo era pacífico ahí, no había ninguna casa, era como si fuera un lugar abandonado, pero aún así, bien cuidado.

— ¿Lo recuerdas?... Una noche así, solas tu y yo, viendo el cielo nocturno... Ese día, que hicimos una promesa, muy importante. —La mayor mira a la contraria por unos segundos, para después seguir admirando tal vista.—

— ¿Cómo crees que podría olvidar eso?... Y en el tiempo actual, creo que si hemos logrado cumplir la promesa, sin llegar a romperla ni una sola vez.

Una sonrisa aparece en el rostro de las dos, pues, ¿cómo olvidar ese día?. La pequeña que estaba triste por un amor no correspondido, y la mayor triste, buscando "un motivo" en su vida, para seguir adelante.

— Vamos a hacer algo. —La menor se posiciona en frente de su amiga, la cuál la miraba esperando a que continuara.— No nos vamos a rendir, ¿de acuerdo?. No importa cuánto nos cueste, vamos a ser increíbles en un futuro, en la situación que sea, buena o mala, vamos a estar para la otra, nos daremos apoyo sin importar qué, así estemos cerca, así estemos a distancia, tendremos que apoyarnos, y no dejar que la otra se rinda. ¿Te parece?... —Chaeyoung miraba con una pequeña sonrisa a Mina, ansiosa de que su respuesta fuera si.—

— ¿Y si crees que cumpliremos?...

— Hagamos que sea una promesa... ¡Una promesa por todos los pingüinos y tigres que hay en el mundo!. —La menor alza la mano un poco, siendo imitada por la contraria.—

— Por todos los pingüinos y tigres del mundo. —Las dos sonrieron mutuamente, abrazándose, mientras observaban el oscuro pero hermoso y tranquilo cielo nocturno.—

—————— Chaeyoung.

Ya en casa

— Chaeyoung... ¿Te puedo preguntar algo?. —Asiento con la cabeza, mientras me estiraba un poco.— ¿Enserio te parece que es lo mismo?... No lo sé, después de la fiesta... —Paso saliva, en realidad no me esperaba esa pregunta.—

— Eh... P-Pues... Tenemos dos opciones... Hacer como si eso no hubiese pasado, o estar recordando esa noche, preguntándonos, ¿pero qué pasó esa noche?.. —Suspiro, mirándola, era mi única respuesta ante tal pregunta.—

— Ya, pero... ¿No te causa curiosidad qué pasó?... O sea, es que ninguna recuerda nada, pero en realidad, ¿qué hicimos?... —Mina me mira atenta.—

— Pues no lo puedo negar, pero la curiosidad mató el gato, así que... —Alzo mis hombros.—

— Chaeyoung... ¿Enserio no recuerdas nada?...

Me acerco a Mina lentamente, tomándola de la cintura, para así apegarla a mi.

— Lo único que recuerdo es cuando estaba encima de ti, y tu... Lo única que hacías, era pedir más. —Dejo un beso en su cuello.—

Demonios, ¿qué?, ¡No!, no puedo decir eso, o sea, sería demasiado tonto, tengo que pensar en algo más, algo que me de un punto a favor, pero rápido, rápido, que se preguntará por qué demoro tanto en responder.