Heart to Heart {KyuKi}

23

CAP 23

Su pancita había crecido bastante en los últimos meses y tenía a todos totalmente enamorados de lo adorable que era pero Kyu Jong era el que más embobado estaba.

Todas las noches se acostaba a la altura de su vientre y lo llenaba de besos mientras le colocaba crema, después iba por Jin y les leía un cuento. Por las mañanas se despertaba por culpa de las manos de Kyu Jong que se deslizaban por todo su vientre buscando sentir a su bebé apresar de que ya le había explicado que todavía era muy pronto para sentirlo moverse.

Dos de los chicos de Kyu Jong, como llamaban a los chicos que iban de ayudantes, se habían pasado a su equipo para evitar que él tuviera que acercarse demasiado al calor de los hornos y demás. Había comenzado a dar clases sobre decoración de pasteles después de que el horario de almuerzo terminaba por lo que se mantenía ocupado.

—Muy bien.. ¿Esto está listo, alguien puede llevárselo?

Se limpia las manos en la chaqueta de su uniforme que ya le quedaba apretada y le sonríe a uno de los chicos que se lleva el pastel que acababa de terminar.

—Chef? Hay alguien afuera exigiendo que usted le prepare el postre.

Frunce el ceño y asiente con la cabeza revisando la orden que le entregan, en una bandeja ordena todo lo que necesita y sale al comedor sonriendo amablemente a las personas que se giran para verlo.

—Buenos días, señor

—Usted es..?

—Lee Hong Ki, señor, chef y pastelero.

Toma la mano del beta con una sonrisa cordial, acomoda la bandeja y con eficiencia comienza a preparar el postre que consistía en una bola de algodón, colocaba dos o tres bolas de helado, chocolate y otros dulces antes de enrollar el algodón como si fuera un taco y bañarlo en chocolate.

—Espero que sea de su agrado.

—Definitivamente la originalidad y la eficiencia se tienen en cuenta.

Parpadea despacio y le sonríe lo mejor que puede antes de salir hacia la cocina llevándose todo. Deja la bandeja en las manos de una chica y se apresura a llegar a Kyu Jong que lo abraza en cuanto ve su palidez.

—¿Amor? ¿Qué pasa?

—Él... Él... Estrella... Yo.

—Respira primero, amor.

Se aferra a las manos de su pareja y lo mira fijamente con ojos grandes.

—Acabo de atender a uno de los degustantes del comité de las estrellas Michelín.

—¿Hong Ki.. ¿Estás seguro?

—Si, Kyu Jong.. Oh.. Dios Dios.

—Tranquilo... No, no nos alteremos, tenemos órdenes esperando y Jin está por llegar de clases.

Respira profundamente asintiendo. Su pareja tenía razón.

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—Jin! No corras demasiado lejos.

—Si, Papi!

Estira las piernas suspirando suavemente cuándo siente las manos de Kyu Jong masajear sus hombros.

—Déjalo ser, KiKi.

—Mm.. Eso me gusta.

Suspira dejando caer la cabeza mientras los masajes subían a su cuello, sonríe contagiado por la risa de Kyu Jong y se empuja más hacia atrás acurrucándose en el pecho de su alfa.

Cómo había estado lloviendo le habían prometido a Jin ir al parque a jugar después de que fueran a llevarle flores a Nam Joon así que había preparado una mochila con un par de mantas y algunos bocadillos sabiendo que su cachorro no querría irse hasta que el sol se fuera a dormir.

—Ada! ADA!

Abre los ojos cuándo casi cae hacía atrás al Kyu Jong levantarse de golpe y después correr hacia su hijo apenas dandole tiempo a entender que había pasado. Se pone de pie con un poquito de dificultad y se apresura a ir con su cachorro.

—Bebé! ¿Estás bien? ¿Qué sucede?

—Tatios!

Se apresura a tomar la caja que Kyu Jong estaba sacando de la fuente que había en el parque y jadea al ver unos seis gatitos temblando y maullando.

—Vamos a llevarlos a casa.

—De verdad?

—Didy?

—Yes

Con la caja en las manos se aleja sabiendo que Kyu Jong y Jin lo seguirían, cuándo llega a dónde habían montado su picnic saca una toalla de la mochila que siempre llevaba cosas de su cachorro y los envuelve con cuidado acunándolos contra su pecho para darles calor.

—Ayúdame a juntar todo, Jin, debemos llevar a los gatitos por leche caliente y un baño de burbujas

Le sonríe a Kyu Jong sabiendo que había convencido a su hijo en cuanto dijo burbujas y agarra otra manta envolviendo a los gatitos que parecían haber dejado de temblar.

No mucho después estaban en su hogar, todos bañados y calentitos, incluso los gatitos que dormían dentro de unas medias de Jin para mantenerse calentitos ya que de vez en vez temblaban asustados.

—Si prometes ayudarme con ellos y cuidarlos nos vamos a quedar con cuatro, le daremos uno al tio Bumie y otro al tío Jun ¿está bien?

—Mm.. Meno

Abre los brazos recibiendo a su hijo cuándo se acurruca en su regazo dejando un beso en su pancita, saludando a su hermano.

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Gracias por leer.

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