El cielo del Infierno [Douma x Kotoha]

1.Demonio De ojos Arcoiris

Corría con todas sus fuerzas, escapando, huyendo de esas personas qué peligrosamente se acercaban a ella. Con su pequeña estatura apenas logró escaparse, pasando por aquél alambre de púas, cortándose la mejilla de pasó.

— ¡Ven aquí!, ¡Maldita mocosa!

Con la respiración agitada se permitió respirar, un segundo, antes de volver a correr y escaparse de ellos. Ya a varios pasos quiso voltear a verlos, pero término chocando con un hombre alto, con ojos extrañamente bellos a su parecer.

—¿Uh?

La pequeña Kotoha levantó su rostro para mirarlo. Era alto, de cabellos rubios y ojos de un Lindo color arcoíris, Kotoha podría jurar qué era un hombre sumamente Hermoso, sino fuera por el miedo qué creció en ella al ver su cara manchada de sangré y a esa joven prácticamente descuartizada qué sostenía descuidadamente.

—¡Kotoha!

Entonces la Joven de tan sólo 10 años volvió en sí, queriendo escapar, pero ya era tardé, ellos ya la habían agarrado.

Él era un Demonio hermoso, un ser perfecto, una de las tantas "Perfecciones" qué existían libidinosamente. Tenía ya sus 500 años pero aparentaba ser un hombre mucho más joven, culto, Elegante y sumamente devoto, qué en la fría noche, se dejaba en volver por la lujuria.

Y así, Buscando algún tipo de entretenimiento y luego de haber comido hasta abastecerse, la conoció.
Una joven niña, de ojos verdes hermosos, De melena Anegrada con puntas bellamente de un lindo color azulado.

—¡Ahora si te comportarás!

La niña forcejeaba pero ese hombre la sacudió con fuerza antes de darle una bofetada. Al parecer no se había percatado del demonio a sus espaldas, y esto hizo enfadar infantilmente al ser Nefasto.

—Disculpe, Mi cruel Amigó, por interrumpirlos — Mencionó, soltando el cuerpo de aquella mujer solamente para lamerse los dedos y sonreírle — ¿Qué le ha hecho está curiosa niña para ser maltratada de esta forma?

Kotoha, entonces logró soltarse, aprovechando el asombró de su verdugo, y corrió hacia detrás de ese demonio de lindos ojos.

—¡E-es mi esposa!— Demando el hombre, con algo de temor en su voz— ¡Yo puedo golpearla sin razón alguna!, ¡Ella me pertenece!

El demonio de ojos Arcoíris entonces suspiró, fingiendo malestar mientras se ventilaba con su abanico elegante.

—Eres un hombre Lujurioso, Y Mirad qué tu joven esposa ni redobla tu edad

El hombre iba a responder, pero el abanico del Elegante demonio no lo dejó hablar, pues se lo había colocado en el cuello y el miedo lo detuvo.

—Eres lujurioso pero Cobarde, así que ella decidirá

Y entonces el Demonio observó a la niña detrás de él y le sonrió.

— ¿Qué deseas a continuación, Pequeño cielo?

Continuará