❝Drugs❞ ❘ LuzuPlay

I

I'm too busy, don't have time for
things you say that aren't important.

La mirada de Borja recorrió nuevamente su alrededor en busca de quien lo estuviera viendo con tanta insistencia desde hace horas.

No encontró nada, suerte para Raúl, quien había desviado sus ojos momentos antes.

  —Coño—Chasqueó la lengua con molestia. Le incomodaba pensar que alguien lo estuviera observando entre toda la multitud que inundaba la casa de su amigo.

No debía sorprenderse, era una fiesta después de todo, había gente acosando a otra todo el tiempo. Aunque nunca le había sucedido algo como eso.

Trató de enfocar su atención en otra cosa, como la cantidad considerable de alcohol que había en el vaso que sostenía entre sus dedos.

  —Ahora vengo. Voy a por un amigo.

La voz de Rubén, quien estaba teniendo una conversación bastante animada con Samuel lo hizo voltear, notando la escena de cómo dejaba de lado a su amigo fornido para perderse entre la marea de gente.

Sin nada que hacer, decidió juntarse con su amigo. Con quien empezó una escasa conversación.

  —Pensé que tú y Willy estarían arriba.
  —Que va, si Wilfred aún es un crío. No podría exponerlo a ese tipo de cosas—Le respondió encogiéndose de hombros.
  —¿Aunque te haya suplicado toda la semana, Luzu?.

Sus cejas se arquearon sin despegar la mirada de Samuel.

  —Siempre veo por el bien de mis amigos, Samu—Dijo antes de darle un trago a su bebida.—¿No te da miedo que tu mejor amigo haga algo como eso?.
  —Tú también eres mi mejor amigo, Luzu.
  —Que lindo, Vegettita—Le respondió guiñando un ojo burlón.

Samuel lo miró con el ceño fruncido, bien sabía el chico de cabellos lacios que su amigo odiaba que lo llamaran así en público.

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Antes de que pudiera darse cuenta, ya no se encontraba solo con su amigo dueño de la fiesta, sino que este fue sustituido por un chico que no había visto en su vida.

Joder con esos dos, todo por un polvo; Pensó ciertamente agobiado.

Rubén y Samuel habían sido tan buenos amigos en dejarlo solo con un chico que el ojiverde acababa de presentarle.

Lo miró de pies a cabeza, notando unos cuantos tatuajes en el recorrido de su brazo y dos piercings en la ceja, pero este parecía mudo, viéndolo de vez en cuando con una mirada que lo incomodaba, tal vez con mucha intensidad.

  —¿De casualidad hablas o tu especialidad es solo observar?—Le cuestionó de una forma no muy agradable.

Borja, sin esperar a que el desconocido le respondiera, se sentó sobre la isla de mármol que había justo donde estaban; la cocina.

  —Ehhh...—Lo avergonzó, notándolo por la sorpresa en la mirada del chico.—No, yo lo sient-...—Lo interrumpió.
  —¿Cuál era tu nombre, tío?.

El chico lo miró estupefacto para luego suspirar.

  —Raúl, pero puedes decirme Auron si gustas.

Una sonrisa ladina se instaló en los labios de Borja al ver a Auron molesto.

  —Bien Auroncito, cuéntame de ti.

Raúl había notado a la perfección que Borja se había estado burlando de él, por lo que tuvo cierta inseguridad de hablarle, aunque también existía la posibilidad de que así fuera su humor.

O tal vez solo te habla por compromiso con Rubén; Pensó instantáneamente.

  —Hey tío—La mano de Borja se paseó frente a sus ojos para sacarle de su pequeño trance.—¿Te encuentras bien?.

Ya ni siquiera sabía si lo preguntaba con preocupación real o burla.

  —Sí, lo siento. Pues... no sé, ¿Qué puedo contarte?.
  —Lo que sea—Se encogió de hombros.—Soy todo oídos.

Mentira, no tenía tiempo para esas cosas.

Tranquilízate macho, solo tienes que decir "sí" a todo lo que te diga; Se mentalizó.

Ser amable no era sencillo, pero haría un esfuerzo para que el pequeño amigo de Rabis no se sintiera tan solo, y tal vez si lo escuchaba por un tiempo podría obtener una que otra cosa de ese chico, quien sin duda, tenía su encanto.