Prologo

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Estaba de pie frente a ese enorme edificio, la fachada parecía muy vieja y algo desgastada pero lo compensaba completamente con el bello jardín que rodeaba el edificio; quien iba a pensar que a pesar de todo lograría pararse frente a las puertas de ese plantel, no como una persona que iba de paso, si no como un alumno de nuevo ingreso. Y es que, entrar a la preparatoria Saint era un lujo que sólo las familias más privilegiadas podían darle a sus hijos, pero que gracias a una beca ,y algo de ayuda extra gracias al viejo conocido de su padre que por azares del destino era director de la escuela, es que ahora podía asistir a esta prestigiosa escuela.

- Respira, recuerda que debes mantener la calma - repetía para si mismo antes de tan siquiera poder abrir la puerta de cristal polarizado.

Abrió de una vez la puerta entrando justamente después de que otro chico entrara, las clases estaban por comenzar así que, como era de esperarse, vio una gran cantidad de alumnos corriendo desesperados por todas partes y otros más tomándolo con calma; su presencia no pasó desapercibida entre los demás, su largo cabello y sus finas facciones lo hacían resaltar de entre los demás y las miradas de varias chicas y chicos comenzaban a incomodarlo.

- ¿Quién es?

- Debe ser nuevo

- Parece extranjero

- ¿Viste su cabello?

- Parece mujer

Fueron algunas cosas que logró oír tanto por parte de hombres como de mujeres, pero Shiryu no le tomó demasiada importancia, estaba acostumbrado a que la gente lo señale por su apariencia; no le molestaba su apariencia en absoluto, había nacido así y no podía hacer nada para cambiarlo, pero lo que realmente le molestaba era que la gente siempre suponía que por ser andrógino era una persona muy débil incapaz de defenderse, cosa que no era cierta ya que su propio padre le enseñó artes marciales y por lo tanto escondía un cuerpo bien tonificado debajo de su uniforme.

Estaba algo distraído en sus propios pensamientos hasta que sintió como su cuerpo había chocado con un cuerpo algo pequeño, dirigió su mirada al suelo y notó a un chico de rodillas en el piso intentando recoger sus libros.

- Lo lamento, no vi por donde iba - se disculpó inmediatamente y se agachó para ayudar al chico de cabellos verdes recoger su cabello.

- No, fue mi culpa por no tener cuidado al caminar - respondió el chico dejando que Shiryu lo ayude a recoger sus cosas.

Una vez que terminaron, el chico más bajo de cabellos verdes miró con más detenimiento a la persona que tenía en frente y dedujo rápidamente que era de nuevo ingreso.

- Jamás te había visto por aquí, debes ser nuevo, me llamo Shun - se presentó el chico esbozando una sonrisa amable.

- Soy Shiryu, acaban de transferirme, espero que podamos llevarnos bien - respondió el saludo de manera amable y educada.

- Permíteme explicarte como funcionan las cosas por aquí - Shun se giró un poco para caminar en dirección opuesta a la que iba inicialmente.

Comenzaron a caminar por el pasillo, de entre todos los alumnos había algunos en especial que resaltaban del resto, Shiryu notó a un grupo de alumnos con aspecto sombrío, estos despedían un aura muy sombría y bastante peligrosa; el grupo estaba conformado por al menos cuatro hombres y una mujer.

- ¿Quiénes son ellos? se ve que no son nada amistosos - preguntó mientras los veía de reojo, realmente no quería mantener contacto visual con ellos.

- Ellos son Radamanthys, Aiacos, Minos, Hades y Pandora, te recomiendo que no te metas con ellos, pertenecen al club de ocultismo y por lo que escuché no son simples juegos - contestó mientras aceleraba el paso, a Shun le incomodaba mucho estar en presencia de ellos.

- ¿Club de ocultismo? ¿Eso es legal? - preguntó Shiryu mientras caminaba intentando seguirle el paso.

- Te sorprenderían los clubes que permiten aquí, prácticamente puedes hacer un club de lo que desees y la escuela no te dirá nada, aquí lo que importa es el dinero y mientras lo des ellos te permiten hacer lo que quieras - explicó mientras caminaba - pero estarás bien mientras no te metas con ellos y sobre todo, no te recomiendo que te metas con...

- ¡Oye tú! ¿¡Dónde está dinero que te pedí ayer!?

De la nada se escuchó como algo chocó contra los casilleros, ambos chicos miraron a lo lejos a un chico de piel semi bronceada y cabellos azules, tenía una inquiétate cicatriz entre sus ojos.

- ¿Quién es él? -preguntó Shiryu, quien estaba sorprendido de la brutalidad con la que ese chico sometía al otro chico.

Shun no dijo nada, sólo tomó al chico del brazo para llevarlo a otro pasillo ajeno a la vista de los demás; Shiryu con sólo ver el miedo en el rostro de su nuevo amigo no necesitó de muchas explicaciones, dada la actitud del chico de antes supo que era otra persona con la que no debía meterse.

- Él es Ikki, hagas lo que hagas no debes meterte con él, ni siquiera intentes mirarlo a los ojos o puedes irritarlo, evita dirigirle la palabra y no le mires la cicatriz en su rostro, odia que lo hagan - explicó rápidamente, tanto que Shiryu pensó que el chico iba a desmayar en algún punto.

Shiryu se asomó al no oír prácticamente nada, supuso que todo había acabado y así fue, todo el pasillo estaba despejado, por un momento se asustó al creer que las clases habían comenzado y llegaría tarde en su primer día.

- Shun, creo que podemos salir, ese tal Ikki parece que ya se fue - le avisó para después dar un par de pasos con la intención de salir de ese pasillo.

- Dame un momento, ver a Ikki siempre me provoca pánico, mejor adelántate al salón y yo te alcanzaré; está al fondo a la derecha y debería haber una lista en la puerta, sólo busca tu nombre en ella y sabrás que es tu salón - Explicó Shun recargado en la pared intentando recuperar el aire.

Shiryu entendió que quizá debía dejarlo solo, así que siguió su consejo y continuó caminando por el pasillo esperando poder ver la lista de la que habló su nuevo compañero.

- ¡Cuidado! - gritó una voz detrás de él.

Pero fue muy tarde, de un momento a otro sintió como era empujado a un lado de manera brusca por un chico de cabellos castaños.

- ¡Lo siento en verdad, pero tengo prisa! - se disculpó el misterioso chico.

Shiryu apenas pudo reaccionar, ni siquiera tuvo tiempo de reclamarle porque ya estaba muy lejos, para ser un chico bajito era bastante veloz.

- ¡Seiya mi amor, espérame! - otra voz se escuchó, esta vez era una voz femenina bastante empalagosa - ¡hazte a un lado!

Una chica de cabellos verdes y bastante cortos corrió también por el pasillo, y a diferencia con el otro chico, ella lo empujó a propósito sin siquiera y ni siquiera se disculpó.

''Está escuela es un manicomio entero, vaya lugar al que me fuiste a meter padre.''

Pensaba Shiryu mientras estaba parado en medio del pasillo mientras veía a esos dos correr a toda prisa, y no había ninguna autoridad a la vista que les pusiera un alto, este lugar le parecía un mundo completamente distinto, el año escolar sería bastante complicado sin duda.

Amor Complicado - Seiya x ShiryuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora