Lost On You

SEGUNDA PARTE: Capítulo Ocho

SEGUNDA PARTE

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Capítulo Ocho

"It's tempting to want to live in the past. It's familiar. It's comfortable. But it's where the fossils come from"

Steve Rogers. Captain America: Man Out of Time

Tiene las manos cenizas y las orillas de las uñas siguen teniendo un borde negro pese que se las ha lavado más de una vez con fervor. Los músculos del cuello están tan tensos que son dolorosos sin siquiera palparlos, como si llevara un peso encima que le hace cansado incluso el caminar. Aún puede sentir un poco adrenalina y si mira hacia la palmas de sus manos, estas le empiezan a temblar irremediablemente. Steve cierra los puños enterrando las uñas en su carne.

Deja caer la espalda contra la pared cerrando los ojos, y su mente vuela en los últimos días. La base de Hydra en Siberia y el frío ártico. Frunce el ceño. Steve no había concientizado de lo mucho que detesta el frío.

Unos tacones retumban por el pasillo que lleva hacia el balcón donde está desde hace ¿una hora? ¿dos? No esta seguro.

Se queja por dentro. Lo que menos quiere es hablar con alguien en estos momentos, sin embargo, no abre la boca para decir algo y ni abre los ojos cuando Peggy se para a su lado. Steve escucha como la mujer prende su pipa. Ella fuma acompañándolo en silencio.

Después de varios minutos, ella aclara la garganta y Steve finalmente la ve. Peggy le regresa la mirada sacando el humo por la boca. Se contemplan en silencio y Steve recorre minuciosamente aquel rostro joven. Sigue siendo esa mujer de la que una vez sintió algo demasiado especial. Es fuerte, independiente, llena de valor moral y hermosa no sólo simple vista. ¿Cómo no saborear esos labios perfectamente pintados de rojo carmín?

Su cabello en ondas y sus ojos cafés.

Agh.

Steve traga duro desviando los ojos.

No son los cafés que quiere ver. Extraña unos más claros, casi alboradas cuando el sol se refleja en ellos.

Tampoco son los labios que quiere probar. Porque hay otros que lo han tentado desde que era un perdedor.

Peggy da otra profunda calada.

Un soldado, lo que más desea es regresar a casa, añora el calor de un hogar libre de guerra en el mundo que lo vio crecer, donde tantos recuerdos se quedaron almacenados en un sueño profundo, congelados, muriendo. Él es un hombre fuera de tiempo, vivir en el pasado es reconfortante y seguro, vivir del recuerdo es como beber del vino más añejo. Pretender que todo ya está bien, ignorar a las personas que se fueron, ignorar las que te importan, las que te duelen.

Las que amas.

Caer en el silencio impúdico porque tu alma implora por un poco de piedad.

Vivir en el pasado parecía ser una buena elección, no regresar porque otros no lo hicieron, pero ahora...

Pensó, muchas veces, que la guerra no te cambia, que más diez años pueden ser insignificantes si uno lo decide, y los lazos formados se pueden romper como si fueran pedazos de papel mojado.