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Snape entra en la habitación.
Había acudido lo más rápido que pudo al llamado de su señor.

-¿Señor? ¿Me ha llamado?

El Lord levanto la vista.
Se encontraba aún sentado en la cama y tenía a James a sus pies.
Miro de nuevo a Snape y luego le susurro algo al pelinegro, lo que hizo que temblara.

-Snape... quiero que te lleves al sangre sucia, no quiero verlo en todo el día, al anochecer, a las 23:00 hs, volverás con el, te lo dejo a tu cargo.

- si señor.

Luego le entregó al bebé y cerró la puerta fuertemente.











Harry empieza a llorar.

- lo que me faltaba- murmura el mayor.

El niño miro a quien lo cargaba con los ojos llenos de lágrimas y con un puchero.

- ¿papi?- pregunto asustado.

Y en ese momento, Severus Snape juro que iba a proteger al niño sin importar que.

-no pequeño... pero si te quiero como papi-.

Le da un pequeño beso en la frente y lo intenta tranquilizar.

El bebé le queda mirando con curiosidad, de apoco estira una manito para agarrar un mechón del cabello negro, pero es detenido por Severus.
- no Harry-.

El niño empieza a llorar de nuevo, y para evitar problemas, el mayor se aparece en su dormitorio.

Entre hortencias, girasoles y rosas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora