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Los dos niños acompañaron a Germania hasta una puerta ella la abrió y allí vieron una habitación bastante amplia con dos camas.

- Aquí están los dos roperos. – Dijo abriendo las puertas – Hay ropas mias y de mi hermano cuando eramos adolescentes. En la cocina hay bastante comida si quieren. Tengo que ir a reportarme.

A Robiee eso le parecio raro. Cuando la mujer se fue kevin se puso a saltar en la cama.

- ¿Estas contento?

- Si. El problema es que me toca ser niña.

Robiee empezó a reir.

- Melina. – Robiee le saco la lengua.

Los dos estaban muy felices.

La venganza del omegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora