❝Drugs❞ ❘ LuzuPlay

IV

I'm not tryna make a friend or fall in love

Si las miraran mataran Raúl estaría enterrado seis metros bajo tierra.

Borja no dejaba de verlo, detallarlo con su mirada envuelta en cólera. Aún así, el mayor no se había movido ni un centímetro de aquella bañera.

—¿Qué haces ahí metido?—Preguntó el de tatuajes.
—Disfrutar de la vida, ¿No te parece?—Respondió con sarcasmo.
—La gente puede divertirse de cualquier forma, yo respeto eso.

El mayor arqueó la ceja, tratando de descifrar las intenciones de Raúl.

—¿Quieres?—Preguntó, mostrándole la pequeña bolsita que aún contenía las pegatinas.
—¿Qué es eso...?.

Sacó una y le lanzó la bolsa que tenía la otra. Raúl la tomó, aún sin entender.

—¿Esto? Un pequeño escape de la realidad.

La colocó en su boca. El menor lo miró, supo lo que era. No iba a hacerlo.

—Yo no consumo drogas—Dijo antes de lanzarle nuevamente la bolsita de plástico.
—Siempre hay una primera vez, Auroncito.

Borja apenas había notado que Raúl se acercaba cada vez más a él.

—¿Por qué lo haces?—Le cuestionó, dejándolo ciertamente confundido.

Nunca se lo había preguntado. Las cejas del mayor se arquearon antes de verlo con ojos incrédulos.

—¿Estás preguntando en serio?—No obtuvo respuesta, no la necesitaba.—Escucha tío, si no te gusta puedes marcharte, que solo vine a la fiesta por una razón.

El mayor se había cansado, Luzu tenía esa manía; ser terriblemente cortante con la gente que le llevara la contraria, así nunca podía iniciar bien alguna relación, ya sea amistosa o romántica. A veces se sentía miserable aunque lo negara.

—Pues vaya mierda de razones, tío.

Pocas palabras en voz del menor fueron suficientes; La paciencia de Borja siempre pendió de un hilo. Raúl parecía ser un par de tijeras que lo habían cortado.

Ya molesto, se levantó de la ducha y empujó al más pequeño contra la puerta de madera, causando un estruendo que seguramente quedó mudo debido al volumen de la música que aún se oída.

Lo tomó por la camiseta, haciéndolo sentir ciertamente inferior. Desde la primera vez que lo vió lo notó como una persona pacífica y algo seria con la gente a su alrededor con excepción de sus amigos.

No se imaginaba que en realidad Borja fuera un drogadicto con personalidad volátil.

—¿Por qué no dejas de compórtate como una zorra y haces lo que te digo?.

Dominante además, ¿Qué más ocultaba bajo esa fachada de buena persona?.

Tomó a Raúl por las muñecas y lo inmovilizó, aunque este tampoco hizo tanto esfuerzo por zafarse, sacó la última pegatina para después colocarla en su propia boca.

—¿No quieres un besito, Auroncito?.

Y una vez más, lo besó con fuerza y salvajismo, algo que generó millones de pensamientos encontrados en la mente del menor.

Borja, sin esperar a que la otra pegatina se deshiciera en su lengua, mordió el labio inferior de Raúl para poder introducirla. Este notó un pequeño pedazo de papel posarse sobre el interior de su cavidad bucal.

Y sin poder, o más bien, querer hacer algo trago la pegatina.

Las manos desesperadas de Borja se posaron sobre la cintura de Raúl por debajo de su ropa, haciendo notar su tacto gélido. Mientras tanto, los labios de este se habían desprendido de la boca ajena para descender por el cuello y clavículas del menor.

No pasó mucho tiempo, tan solo unos minutos para que ambos se sintieran fuera de sí, carentes de sus cinco sentidos y de lucidez.

Para Borja, era una sensación bastante normal en su cuerpo. Para Raúl, un sentimiento de adrenalina lo llenaba de pánico y ansias, una sensación que nunca había experimentado.

—Eras tú, ¿Cierto?—Cuestionó el más alto de pronto, quintándole casi de tirón la camiseta al contrario.
—¿D-De que... hablas?—Preguntó jadeante, sin saber a qué se refería.
  —No te hagas el imbécil—Respondió molesto, dando una mordida en su clavícula como consecuencia.

Sus ojos se abrieron por la sorpresa, sus manos trataron de alejarlo, pero a pesar de eso, fue inútil. La mano del mayor lo tomó por el cabello para que no dejara de mirarlo y con voz amarga habló.

  —Eras tú el acosador hijo de puta que no paraba de mirarme todo el rato, ¿Cierto...?.

Mierda...; Lo había pillado.