Capítulo XLIV

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     Caminar por estos pasillos me provoca una sensación de Deja Vú que no es para nada agradable. Es como si estuviera reviviendo ciertos momentos de mi vida, ciertos pasajes que preferiría olvidar permanentemente.

     —Itou, te necesito concentrada. ¿En qué estupidez estás pensando?

     Levanto la mirada al escuchar la voz de Jackie. Me mira con impaciencia y se ha detenido en seco al igual que yo.

     — ¡Muévete, maldición! —exclama.

     Asiento y echamos a caminar de nuevo.

     No quiero estar aquí, no lo soporto. Quiero irme, quiero salir de este lugar.

     — ¿Qué pasa contigo? Eres más lenta que una tortuga.

     —Este lugar me evoca recuerdos.

     — ¿Y esa es razón para no caminar? Nos matarán si nos descubren aquí, así que date prisa.

     —La idea de entrar a este lugar fue tuya, pudiste haberme enviado con cualquiera de los demás.

     —No deberías quejarte. Tenemos un plan gracias a mí.

     —El plan pudo ser distinto.

     —El plan es perfecto. Puedes irte si eso quieres, no te necesito.

     —Ustedes dos son tan parecidas que llegan a ser exasperantes, humanas.

     Casi olvido que Mewtwo está con nosotras. Es tan silencioso que pasa desapercibido.

     —La única diferencia es que Jackie es una asesina.

     —Prefiero ser una asesina a ser una cobarde como tú.

     No sé si sea buena idea recorrer este lugar en compañía de alguien que me conoce tan bien, aunque no lo hace de la forma que yo quisiera. Es parte del contrato cuando te unes a esto, ellos saben más de ti que tú misma.

     —Quiero esperar afuera.

     — ¿Y dejar que te maten? No lo creo.

     —Puedo cuidarme sola.

     —Esta discusión no nos llevará a ningún lado. Mueve esas piernas, tenemos que darnos prisa.

     ¿Cómo puede ser tan insensible? Ella sabe lo que este lugar significa para mí.

     Cada vez que intento apresurarme, algo llama mi atención apareciendo en puntos que sólo puedo ver por el rabillo del ojo. Una chica de cabello negro y ojos azules que me mira fijamente. Es como si fuera una tortura que mi propia mente impone en mi contra. Quisiera olvidarlo, quisiera no tener que mirarla cada vez que cierro los ojos… ¿Cómo olvidar un momento en tu vida que te ha dejado tan marcada?

     —Es aquí.

     Jackie abre una puerta a punta de patadas y bajamos por un bloque de escaleras. Sé bien a dónde conduce este camino… Y quisiera no llegar jamás.

     Es como si de alguna manera estuviera reviviendo todos esos momentos, como si mi cabeza lo estuviera evocando todo de una forma realista. Puedo sentir claramente esa mano que me toma por la nuca y me empuja levemente para bajar por la escalera, a una velocidad que podría provocar que me rompa el cuello si doy un traspié. Puedo sentir el pelaje de Diamond contra mi pecho, como si de nuevo lo tuviera en mis brazos. Siento también ese miedo que atenaza con fuerza mi corazón, esa sensación de que estoy siendo perseguida… Quiero salir de aquí, ¡ya!

     — ¿Qué pasa contigo? —Reclama Jackie—. Pareciera que has matado a alguien.

     —Sabes bien lo que pasa.

     —Algún día lo superarás, tú no la mataste.

     —Tampoco hice nada para protegerla.

     —Aunque lo hubieras intentado, sabes que jamás habrías podido. Te habrían asesinado a ti también.

     Nos detenemos frente a otra puerta que es más difícil de abrir. Jackie, por suerte, lleva algo oculto bajo sus ropas. Una pequeña llave de bronce.

     —Abriré la puerta. Cuando lo haga, quiero que entres y alertes a todos los Iniciados que hay dentro. Yo iré por otro camino para abrir una puerta de salida, ¿de acuerdo?

     Asiento, aunque el miedo me atenaza el corazón con más fuerza.

     Mewtwo se coloca a un lado mío y se prepara para entrar conmigo.

     Cuando Jackie la puerta, el caos comienza a desatarse. Los Iniciados que me miran entrar parecieran tener todos esos ojos azules que tanto me han atormentado desde hace tiempo. Mewtwo tampoco parece sentirse muy cómodo aquí dentro.

     ¿Cómo se supone que voy a ayudar a estas personas?

 

     Es agradable tomar un respiro, la actitud de Itou me provocaba escalofríos. Prefiero mil veces hacer esto sola, no la necesito. ¿Ella cree que su vida es miserable? ¡Yo vi morir a mi hermano!

     Max…

     Su simple recuerdo hace que me detenga en seco y cierre los puños con fuerza.

     Ahora me pregunto si Max hubiera estado aquí, con nosotros. Intentando luchar contra…

     Qué tontería…

     Si Max estuviera con vida, yo no estaría intentando ver caer a la Elite.

     Mierda, ¿por qué esto debe ser tan difícil?

     No estoy segura ya de estar haciendo lo correcto. En realidad, ni siquiera estoy convencida de que esto sea lo que realmente quiero. Tengo que admitir también que no sé si me gusta estar en este grupo o no… ¿Estoy haciendo esto por ellos, por Max o por mí?

     —Maldita sea…

     Algo me impide continuar.

     ¿Qué es? ¿La sensación de estar haciendo mal las cosas? ¿La impresión de estar traicionando a los míos? ¿Saber que Perla confía en mí?

     No puedo continuar con esto. Me niego a continuar con esta farsa… ¿Cómo puedo seguir con esto, si no estoy convencida de que esto sea lo que quiero? ¿Qué hacer? ¿Continuar con esto? ¿Abandonarlo? ¿Correr? ¿Quedarme a luchar?

     Maldita sea…

     —Jackie...

     ¿Max?

     Es su voz, estoy segura. Lo he escuchado. Pero, ¿cómo…?

     — ¿Max?

     La energía eléctrica del lugar entero se esfuma con un chasquido, algunas de las lámparas del techo estallan a causa de la sobrecarga de energía.

     Un recuerdo me asalta de golpe y me provoca tal desesperación que quiero salir corriendo.

     Oscuridad, soledad… Max…

     —Jackie…

     — ¡¡Max!!

     Mi voz rebota contra las paredes. Él surge de entre las sombras, camina hacia mí lentamente y cuando lo tengo lo suficientemente cerca me doy cuenta de que esa complexión no es la de mi hermano. Aunque sólo puedo ver su silueta, sé bien que esa persona es…

Pokemon V: La Batalla Contra la EliteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora