Un chico de 10 años va con sus padres de vacaciones a la playa, escribe una carta en una botella y la arroja al mar, sin saber que 15 años después recibiría una respuesta
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Narra Pablo:
Mientras conduzco hacia mi trabajo voy sintonizando una radio en español, si no fuera por la música empezaría a olvidar como hablar el idioma y realmente no quiero que eso pase pues es mi lengua materna y fue mi propia madre quien me lo enseñó.
Cuando llego al trabajo estaciono el auto y entro al gran edificio, hoy por fin es el día en el que me posicionaré en mi nuevo puesto, y vaya que estoy emocionado, tendré un mejor sueldo lo que me viene perfecto para estas vacaciones.
—Buenos días Pablo—Me saluda Renata cuando entramos en el ascensor
—Buenos días—Le saludo de regreso
Renata a pesar de ser una mujer bastante guapa y amable no me llama mucho la atención, siento que no hay química entre nosotros a pesar de que ella varias veces se me ha insinuado de distintas formas.
—¿Estás emocionado por tu asenso?—Me pregunta
—Si, un poco, Oí que iras de viaje de trabajo a Estocolmo, será una buena oportunidad para que conozcas la ciudad
—La verdad estoy muy emocionada, solo serán un par de días y tendré que asistir a mi jefe pero uno que otro momento libre tendré y ya se los lugares a los que quiero ir
Llegamos a nuestra planta y nos vamos en direcciones diferentes, me paro frente a la que será mi nueva oficina y alargo un suspiro antes de entrar, al hacerlo me encuentro a todos mis amigos adentro gritando a una sola voz, "Felicidades"
—Muchas gracias chicos—Les agradezco sinceramente
—No es nada amigo, te tenías muy merecido este asenso—Me felicita mi mejor amigo Raúl
—¡Hay que brindar por esto!—Comenta Marcelo levantando una copa de vino
—¿No deberíamos no tomar en la empresa?—Les pregunto
—Eso mismo le dije yo, pero ya sabes como es de alcohólico—Se burla Maria
Nos quedamos cinco minutos conversando pero pronto todos se van a sus puestos, creímos que no seria bastante prudente que el jefe cuando entre a las oficinas notase la ausencia de 15 de sus empleados.
La diferencia entre esta y mi antigua oficina no es mucha, pero esta al menos tiene una ventana con bonita vista, es notablemente más grande y tiene una planta decorativa de plástico.
Comienzo a acomodar mis cosas en mi nuevo escritorio hasta que el ruido de la puerta me interrumpe abruptamente
—Pase—Respondo
En mi oficina hace acto de presencia mi amiga Alison, sonriente me saluda y entra por completo a mi oficina
—Hola Ali, ¿Qué te trae por aquí?—Pregunto sin dejar de acomodar mis cosas
