¿Cómo explicar lo sucedido en los últimos siglos, milenios, eones? El exterminio cósmico no dejó más que años luz de mundos destrozados y cuerpos devorados por la oscuridad sin estrellas.
Los últimos cadáveres, cuerpos bañados por la luz de galaxias en extinción, marcaban el camino trazado hacia el final, el límite del universo. Pero allí estaba, imperceptible desde la creación, un final colapsado hacia la expansión, una cuerda cósmica de dimensiones invisibles.
Pero solo fue el fin del tiempo, porque el recipiente de la creación aún conserva restos del huevo primigenio, y yo, aún adormecido, despierto aquí. El Hombre y sus descendientes no salvaron el mundo ni los incontables universos escondidos tras las estrellas. Porque en principio se necesita esperanza para salvar aquello que anhelamos, pero nunca hubo algo por lo que luchar excepto uno mismo.
Y alrededor las últimas estrellas aún parpadean y el calor del cosmos envejecido me dice "Despierta". Eso significa esperanza, porque sigo aquí y porque aún puedo observar, pero los sentidos no existen, no ahora. Soy aún así la única esperanza de que algo de lo que queda pueda sobrevivir y tengo noción de qué hacer para evitar que la última partícula sea devorada por la entropía.
Pero estos solo son pensamientos, no hay un cuerpo que sienta ni que pueda percibir la muerte inminente de la que soy parte. Soy la muerte inexistente en un cosmos sin vida, por ello tan inútil. ¿Y si intentara hacer algo, tendría sentido? Mover átomos por aquí y allá, crear tornados de gas estelar para formar cuásares como velas para brillar en la oscuridad, activar agujeros negros para acumular la masa necesaria. Claro, si supiera cómo. Así que al parecer Dios solo es un ente sensible mas no con poder. Pero el poder de ser esto, lo invisible, fue lo que me trajo aquí. No es que fuese también el último ser vivo en ser exterminado, mas no por otra mano que la mía.
¿Un castigo por suicidio? Me parece razonable, no poder morir es razonable, seguir aquí y no saber si pasaron diez segundos o cien mil años es doloroso, pero al fin y al cabo parece justo. ¿Y qué iba a hacer con mi vida? ¿Existir en soledad, sin propósito, excepto observar? Ah, es lo que hago ahora. Esperar a que todo se apague y luego el reinicio. La energía, pues, es lo único constante en un universo inconsistentemente a oscuras. Por aquello de que el big bang ocurre cada cierta cantidad de eones, significa que debo esperar a que ocurra de nuevo, esperando no seguir allí después del gran bang.
Pero tras diez mil años en un parpadeo empiezas a dudar y prestas atención el esponjoso tejido de la realidad reducido a cuerdas vibrando, pues al menos ellas tienen un propósito. Nadie salvó al mundo y solo observamos. Y nadie salvará este universo. Nadie vendrá por mí ni oirá los lamentos de un dios aburrido y sin ideas con toda una eternidad para imaginar, sin poder crear y solo sentirse miserable contando las últimas estrellas vivas. Y quizá eso se convierta en un hobby, pero como todo, incluso las estrellas se acaban. Ahora tengo sufciente tiempo para pensar en ello, inventando alguna forma de morir más rápidamente o evitar que todo lo demás muera antes que yo y entonces... Espera.
¿El contrato cosmológico implica aburrirse por toda la eternidad? ¿O lo que queda de ella? Eso explica la clase de dios que soy. No hubo nada antes y ahora existo porque no hay nadie más. Y si fuera alguna clase de castigo divino para darle a Dios unas vaciones, ¿por qué no solo destruirlo todo? Yo lo habría hecho mejor, pero ese es el chiste, creer que estoy aquí para salvarlos a todos, pero soy el único aquí. No hay almas, solo inertes fragmentos en la nada.
Estoy aquí para ser el primero y el último. Pero ya no duele, no hay soledad si lo eres todo. La gran noche que abriga al universo sin estrellas, sin almas que dar forma en torno a soles imaginarios. Lo envuelves todo, por ello no sientes nada. Y en el gran cosmos hecho a imagen del azar, lo único conveniente es lanzar los dados y esperar que el infinito haga su trabajo. Ese fue un gran inicio cuando yo aún no era el jefe. Pero no hay dados y me estoy quedando corto del infinito pidiendo algo que nisiquiera el antiguo Dios de este universo encontró. No hay un sentido, pero aún quiero estar aquí.
Qué dios tan inútil.
