¿Todo ok? - Joerick

8

ERICK

Me levanto sin twittear nada, cosa rara ya que siempre lo hago. Miro la hora en el reloj de mi pieza y marcan las 10:00, a esta hora tendría esgrima pero ya lo terminé, en un mes empiezo nuevamente.

Bajo hacia la cocina y Joel esta sentado mirándome totalmente serio, enojado.

–Nadie dice que tienes que estar conmigo, te puedes alejar.

–¿De qué hablas? –pregunto confuso.

–"Me quiero alejar pero no quiero abandonar" ¿tienes una misión conmigo?

Mi tuit. Lo ha visto.

–No es como lo interpretas.

–Ah, ¿no? ¿Y cómo es?

–No entiendes nada, Joel.

–¡Entonces explícamelo! –grita.

–¡Nunca me gustó un chico! Nunca me gusto nadie, nunca pensé que alguien como tú, me haga sentir algo. No soy como vos Joel, tú eres libre, yo no lo soy, y no es fácil para mí.

–Entonces aléjate de mi.

Me está pidiendo que me ¿aleje? Así sin más.

–Eres tan comprensivo. –suelto, acercándome a la puerta.

–No es eso, hace mucho yo no sentía algo fuerte por alguien y tú llegas y me haces enloquecer... para bien.

–¿Sí? Pero si tú sales con todo el mundo.

–No te dejes llevar por los rumores, es cierto que hubo un tiempo que salí con bastante gente... pero hace tiempo no lo hago, podría decirse que desde el día que crucé mirada contigo.

–Igual puedes hacer lo que quieras.

–Erick, no quiero. Te quiero a ti, pero se que no será fácil.

Te quiero a ti, esa frase se repite una y otra vez en mi mente.

–Ok, lo siento. –miro para otro lado y sigo hablando– Quiero conocerte más, quiero pasar mas momentos juntos, quiero entender que es realmente lo que siento, pero tengo miedo.

–Está bien, Erick. No pretendo que me quieras de un día para el otro, tan solo me gustaría que seas sincero.

–Es que me da miedo, eso es todo.

–Lo comprendo perfectamente, se que no es fácil. Dime, ¿qué quieres hacer?

–No lo sé...

–Cuando tengas tu respuesta, ya sea que quieres intentar conocernos, poder ser amigos y después vemos. O si quieres alejarte de mi. Avísame, para saber que puedo hacer.

–Quiero conocerte, intentar ser amigos.

–¿Si? Piénsalo bien, capaz que no estás preparado.

–¿Qué? ¿esperas un no?

–No es eso, tan solo no quiero que estés por estar, que estés porque estoy pasando un mal momento. Quiero que estés porque lo sentís, porque realmente te gustaría conocerme más profundamente, te gustaría compartir mas momentos pero no por lástima.

–No es por lástima, Joel.

–¿Estás seguro?

–No me gusta que no me creas, que pienses eso, realmente me molesta.

Me doy la vuelta y salgo de la cocina, me dirijo a mi cuarto y me siento en la alfombra del balcón, agarró el libro de Arde la vida que no me queda demasiado, pues todo los días estoy leyendo un poco.