One-Shots //Bnha//

Mirio Togata

Guerrera

Se sabe que los tres grandes son la inspiración de muchos primerizos que pisan la U.A en busca de poder cumplir sus sueños y tu eres una de ellas. Quedaste en la clase general debido a que tu kosei "no fue suficiente" como te dijeron al negarte el curso de héroes por el que te habías inscrito, sin embargo no pensabas rendirte tan fácil.

Cuando llegó a tus oídos que podías obtener un puesto ganando el festival escolar pareció un milagro traído del mismo cielo, una oportunidad única. Practicabas día a día con tu mejor amigo Hitoshi, quien a pesar de saber tu deseo, pelearía por el mismo puesto que tu; eran rivales y amigos.

-Quiero hacer esto antes de morir- Shinso te veía con cara de "¿Enserio?" , pero para ti era de vida o muerte. Mirio Togata no seria participe del festival este año e intentarías que al menos te notara antes del mismo.

-No es para tanto Rubí, pero si quieres hacerlo...-Exactamente el bello rubio de sonrisa radiante y que comparte su alegra con quien se cruza en su camino pasaría junto a ustedes en unos segundos, quizá lo odiarías luego.-Hazlo.

El pelimorado te dio un empujón considerable enviándote directo a los brazos de Mirio. Vaya, tal vez se excedió un poco.

-¿Estas Bien?-¿Que si estaba bien? ¡Estaba de maravilla! y furiosa al mismo tiempo.

Su sonrisa parecía noquearte, despertarte de un lugar en el que nunca supiste que estabas y pasó lo que mas temías. Te quedaste muda, pensabas en millones de formas de responder pero ninguna salió de tu boca; Mirio no paraba de sonreírte y observaste curioso, eras muy tierna.

-Bi-bien estoy, ¡Quiero decir estoy bien!-si esto no te mataba, esperabas que el festival lo hiciera.-Y-ya puedes bajarme.

No se había dado cuenta de que aun estabas pegada a su pecho, pero al dejarte ir el calor intenso pareció disiparse.

-¿Como te llamas?-Eras de baja estatura y no recordaba verte antes, porque estaba seguro que si lo hubiera hecho te recordaría.

-Yo...

El timbre sonó y en un parpadear te desapareciste de su vista, Shinso sabia que irías detrás de él para vengarte. Los días pasaron y no volvió a verte a pesar de que con la mirada y preguntaba por ti debes en cuanto, sin embargo sin tu nombre era un poco difícil, durante ese tiempo experimento síntomas desconocidos para él que para Nejire eran mas que claros.

El primero de los tres grandes se había interesado en una chica que sentía inalcanzable, un encuentro donde la felicidad puede tocarse con los dedos, pero se escapa en segundos. Y tu, que te derretías con escuchar su voz intentabas a toda costa que no te encontrara...

Llego el momento del festival para el cual has estado entrenando, Shinso y tu superaron todas las pruebas juntos hasta el ultimo encuentro donde tendrían que hacerlo de forma individual, lamentablemente el pelimorado fue derrotado por Deku, un chico nervioso con pecas del cual te habías hecho amiga hace poco.

En cambio tu eliministe a Uraraka Ochaco del curso de héroes y te tocaba con el rubio agresivo. Se dice que un héroe no siente miedo, ¡Todos sienten miedo! tu mas que nadie, pero ser un héroe era superar ese miedo ante la adversidad,  Bakugou suspiraba frente a ti por tener que pelear contigo, la batalla comenzó y no se detendría hasta que uno perdiera el conocimiento porque no iba a sacarte de ese ring.

-¡Bakugo Katsuki contra...-Lo que no sabias era que los tres grandes irían a ver con sus lideres de agencias para reclutar miembros para los futuros pasantes y las residencias, Mirio estaba atento al combate, pero al verte sobre la arena se paró para estar mas cerca. La chica con la que ahora soñaba estaba compitiendo frente a sus ojos, tu cuerpo tenia distinto moretones y raspones que hicieron su corazón vibrar- Aoi Shinohara!

Aoi Shinohara, Ahora que sabia tu nombre jamas lo olvidaría.

El corazón de ambos brincaba a mil, pero por razones diferentes. Bakugo parecía haber ya escuchado de ti en alguna parte, no dejaba que lo vieras a los ojos. Peleaste contra sus explosiones piel con piel hasta que en un instante sus ojos carmesí se toparon con los tuyos, y allí fue donde activaste tu poder.

Ante todo el estadio Katsuki quedó automáticamente ciego, no podía ver nada mas oscuridad o lo que tu querías que viera. Entonces lo atacaste con todas tus técnicas de combate a cuerpo que conocías y venias practicando, debías cobrarle todas la leves quemaduras y las veces que te había arrojado al suelo. Los pies del rubio estaban en la orilla, estabas a punto de ganar, pero él se desesperó y lanzó explosiones en direcciones locas causando de una de ellas te diera de lleno.

No querías renunciar, no ibas a renunciar. Tu sueño estaba a unos pasos y no podías dejarlo escapar.

Bakugo venia con todo y no sabias como pararlo.

-¡Tu puedes Aoi!- creíste escuchar la voz de Shinso ante los pitidos de tus oídos, pero era imposible pues se encontraba en enfermería. Giraste un segundo mientras te parabas del suelo y viste a Mirio quien te llamaba. Bueno, el amor te deja ciego.

Una explosión con fuerza no calculada departe del cenizo justo frente a tus ojos enviándote no solo fuera del ring, sino directo a un golpe que te quebraría un par de huesos. Bakugo en realidad no quería dañarte, pero ya le habías hecho un daño considerable y no permitiría que ganaras.

Mirio desconecto su sentido coherente al verte salir despedida, utilizando su kosei logró llegar hasta a ti, interrumpiendo a todos en el gimnasio quienes quedaron boquiabiertos ,evitando que recibieras dicho impacto.Ahora descansabas inconsciente en sus brazos una vez mas.

-Lo haz hecho excelente, pequeña guerrera- te susurró. Y no era el único, todos vitoreaban tu nombre ante tal increíble espectáculo.

Seguro se desmayará cuando se entere, pensó Shinzo.

 Cuanta razón tenia ese lava cerebros.

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