El aerocoche se elevó lo suficiente como para alejarse de ese lugar de
manera progresiva. Lo que había sido su hogar y su vida habían quedado
atrás por querer de dársela de lista, pero qué más podía hacer. No tenía la más mínima idea de que se trataba de una Alfa tan poderosa como esa. Trató de pensar en una solución mientras miraba por la ventanilla.Por otro lado, Lisa estaba hecha un volcán. Tener esa mujer cerca le
recordó el porqué de ese comportamiento suspicaz de los Alfas hacia los Omegas, recordó porqué debía tener cuidado con la gente y porqué era más sencillo mantenerse en esa actitud fría que la había ayudado a establecer un gobierno sólido y estable.Recordó en ese instante que las mujeres Omegas solían tener un destino bastante cruel: eran destinadas a ser esclavas domésticas o sexuales, denigradas a cumplir los instintos más básicos de quien fuera dueño de alguna. Pensó de inmediato que quizás era el destino que ella tendría que sufrir por su propia imprudencia.
Luego se detuvo un momento, ¿por qué no entrenarla primero? Encerrarla en una mazmorra, atada con cadenas y someterla a todos sus deseos, hacerla suplicar. Su cabeza estaba llena de opciones y no podía concentrarse correctamente, tenía que analizar bien la situación en la que se encontraba.
Volaron hasta la ciudadela, por un momento, Jennie miró toda la estructura que estaba frente a ella. Estaba impresionada por el lujo y la grandeza de los edificios y de la estructura, era increíble y también intimidante.
Ella miró hacia todas partes como si quisiera buscar una salida, lo cierto
es que no había alguna, así que lo único que le quedaba era quedarse allí y esperar lo peor.Los dos coches descendieron lentamente sobre una especie de pista de aterrizaje. Luego de acomodarse, Jennie miró cómo la logística Alfa se
desplegaba en frente a sus ojos. Todo le resultó una maravilla de la modernidad. No esperó encontrarse con algo remotamente similar.De repente, se abrió la puerta y un guardia le tomó con firmeza el brazo.
Ella procedió a salir con un poco de miedo y con la mirada suplicante. No
había nada qué hacer, en realidad. Ese era el destino que le tocaba.—Llévenla a la oficina principal. Tomen la puerta trasera, no queremos
que la gente se altere. –Dijo Lisa refiriéndose a la morena. Jennie sintió una punzada fuerte en el estómago.Lisa caminó hacia la puerta principal de este gran edificio corporativo.
Apenas empujó las puertas, recibió todo tipo de noticias. Tomó carpetas con informes y se dirigió hacia los elevadores, lo cierto es que estaba ansiosa por ver de nuevo el rostro de esa chica aparentemente indefensa. Estaba maquinando cuál sería la mejor opción para tratar con ella.Caminó por los largos y finos pasillos, no atendió los llamados de nadie
porque había un asunto importante que atender. Abrió entonces la gran puerta de su oficina y la encontró allí, de pie, temblando.Jennie escuchó el sonido de sus zapatos y luego se encontró con esa mirada fría que la paralizaba por completo. Esperó a que ella se sentara y cuando lo hizo sobre la superficie de su escritorio reluciente de madera, Jennie pensó que era una oportunidad de oro para hacer el ruego.
—Mi Señora…Mi Señora, por favor. Sé que fue un error de mi parte, pero como le dije, muchos como yo lo hacemos para sobrevivir, es lo único que queremos, tratar de tener una vida más menos normal, no más que eso.
Lisa se quedó sentada, mirándola sin la mayor atención y con aire
indiferente.—¿Terminaste?
La coreana se quedó impávida.
—Bien, tengo entendido que las mujeres como tú reciben un duro castigo. Suelen ser tratadas como esclavas sexuales o domésticas… O las dos. Es algo triste, ¿sabes? Sobre todo porque provengo de un lugar en donde tenemos la oportunidad de estudiar y formarnos, de tener vidas interesantes…
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Finalizada: Mi pequeña esclava [Jenlisa G!P]
ФанфикJennie Kim era una ratera vulgar. Una criminal de los suburbios. Una Omega que lucha por sobrevivir. A costa de los demás. Cual parásito. Pero cometió un grave error. El peor. Intentó robarme a mí; La Reina, La Alfa, La gobernadora de la ciudad y La...