Las Cartas de mi adiós

Querido compañero. . .

25 de Febrero del 1900.

Querido compañero, te escribo esta carta después de muchos meses para contarte que todo va de maravilla por acá, que ya no me pesa tu ausencia, que ya no te extraño, que ya no te necesito como antes, que hoy en día se que aquel abrazo que nos debemos ya no va a significar lo mismo. Te encargaste de acabar con todo el amor que te había guardado y yo . . . Yo me encargue de esperarte y de permitirte que arrastraras mi orgullo por el suelo como una alfombra sucia y rota. Te fuiste así como cuando llegaste a mi vida, de la noche a la mañana. Esto de tu constante intermitencia en mis días no me sirve, no me alcanza, no me deja quererte como yo quisiera y como se que vos queres, es por eso que elegí olvidarte, dejarte ir porque este dolor no meda nada mas que soledad y vos no haces nada para pararlo, ¿Que mas te puedo decir? Solo que logre separar mi alma de la tuya y empece un nuevo camino, de apoco me escape de tu recuerdo, de tu perfume, de tus manos, de tus ojos cafés , de tu gran inteligencia y de tu sadismo frecuente. Deje todo atrás y te puedo asegurar que ahora soy mas feliz que antes, esta es una felicidad que no tiene otro dueño mas que yo misma y eso me encanta. 

Te deseo lo mejor.

                                                           La que quiso ser pero no pudo. 

Pd: Gracias por enseñarme que es el amor, ahora se como diferenciarlo.