¿Por que eres solo así conmigo?

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Capítulo 4:

Hace tiempo que aquella absurda pregunta bailaba por su mente:

¿Para quienes son esos poemas?

Podía sentir cada sentimiento en aquellas hermosas letras. Quería preguntárselo pero él sabia que no era de su incumbencia pero aquel pensamiento lo estaba torturando.

Trato de atender a los clientes con una sonrisa como solía hacerlo, pero no podía concentrarse tan bien. Se tropezaba con las mesas, con las sillas hasta para entregar la carta, se sentía como un completo inútil.

Gaara podía notarlo en sus profundos ojos que algo lo inquietaba pero no quería invadir su privacidad y atormentarlo más, así que le dejó tomarse un descanso él se encargaría de todo.

Esa tarde no fue Uchiha. Eso entristecio un poco al de cabellera rubia pero después de todo no quería que lo viera de esta manera tan desagradable. Pero sacudió su cabeza tres veces y se levantó con una sonrisa. Era Naruto Uzumaki, el chico caracterizado por su sonrisa y ser cabeza hueca.

Dio suaves golpes en el hombro de Gaara y le indicó que él se sentía mejor. Atendió a los clientes restantes con una de sus carismáticas sonrisas.

-

Cuando acabó el día, Naruto se sentía extraño. De camino a su casa, comenzó a preguntarse ¿Qué es lo que realmente provocaba Sasuke en él? ¿Serían sus poemas? ¿Sería su intensa mirada oscura? ¿Sería su voz suave pero a la vez grave? ¿Sería su apariencia? ¿Serían sus gestos? O ¿Todo?

Ese pensamiento rondaba también en su corazón, trato de ignorarlo pero no pudo. Desde la primera vez que lo había visto su corazón latía muy fuerte como si quisiera atravesar su pecho. Reprimio esos sentimientos mucho tiempo pensando que eran pasajeros.

Pero le parecía insólito que de la noche a la mañana comenzará afectarle en todos los ámbitos ese estúpido chico de cabellera negra. Que cualquier palabra suya fuera como una bala directo a su corazón.

El poder del amor...

"¡No! ¡Esto no es amor!" se dijo internamente " Sólo soy un chico con bastantes pensamientos en la cabeza"

Camino más deprisa tratando de eliminar esas pequeñas voces que repetían aquella palabra prohibida. No había lugar para él, no por ahora, podía esperar. ¿Quién lo necesitaba? Muchas personas viven feliz sin ello.

"¿Eso crees?" repetían esas voces.

Naruto se decía una y otra vez que sólo era simple curiosidad. No tenía nada que ver con el amor, pero la voz de su cabeza no era de mucha ayuda.

Vio un cuerpo tirado en la calle, no parecía moverse para nada. Se acercó lentamente sin hacer ruido. Era una noche muy oscura pero la luz de la luna ayudaba un poco.

- Que no esté muerto...Que no esté muerto...

Su corazón palpitaba cada vez más fuerte, su respiración era pesada al igual que sus pasos. Una vez cerca del cuerpo, acercó su cabeza y contuvo un grito de horror.

Era Sasuke...

Su rostro perfecto estaba lleno de golpes, y heridas muy horribles. Su ropa estaba destrozada y sucia.

- Ay Dios ¿Qué hago?- se dijo para si mismo.

Pensó en llevarlo al hospital pero estaba muy lejos, también pensó en llevarlo a su casa pero no sabía dónde quedaba la casa de Sasuke. Asique la única opción era...ir a su casa.

- ¡No! ¡Sobre mi cadáver!- dijo naruto en voz alta, iba irse y dejarlo ahí pero no podía algo lo impedía.- Maldito seas.

Agarró el cuerpo de Sasuke y lo colocó en su espalda. Su respiración pesada chocaba contra su cuello, el calor de su cuerpo abrigaba la espalda de naruto, pero sus manos chocaron contra su pecho. Estaban frías. Una cosquilleo recorrió la espalda de Naruto.

-

Una vez llegado a su casa, lo recosto en su cama con cuidado, prendió la luz y fue a buscar su botiquín. Curó las heridas de Sasuke con delicadeza, de vez en cuando veía como soltaba quejidos pero en ninguna abrió los ojos.

Ahora el tema era su ropa sucia y desastrosa ¿Qué haría con ella?

- Cuando se despierte le daré ropa.-se dijo y levantó las piernas de Sasuke, para tapar las con sus mantas.

Era increíble que una persona de mirada fria y una carácter de mierda pueda ser tan tierno al dormir. Irónico.

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