【𝘿𝙚𝙛𝙞𝙣𝙞𝙩𝙞𝙫𝙖𝙢𝙚𝙣𝙩𝙚 𝙩𝙚 𝙨𝙖𝙡𝙫𝙖𝙧é】[Rengoku Kyojuro]

"Devastado"

Omnisciente

Lo que ocurrió luego de la reunión con sus compañeros, no le fue relevante. Su espíritu vivaz y alegre como una fogosa llama se había apagado, sumandose en sus propios pensamientos e ignorando todo lo que pasaba a su alrededor y el destino de aquel joven lleva un demonio.

Pero a buena suerte del joven muchacho y su hermana, Oyakata-sama les permitió continuar trabajando bajo la institución y perdonarle la vida a la demonio. 

Finalizado la reunión, el señor se marchó primero, dejando a los pilares conversar. 

—No puedo creer que los hayas dejado en tu finca— A pesar que el mismo patrón le pidió a Iguro tanto a Sanemi que no fueran rudos con los hermanos Kamado, algo en él le irritaba. 

—Bueno, ese es mi problema Iguro-san— Dijo la pequeña pilar, pero sus ojos morados se fijaron más en el extraño comportamiento de su compañero. 

Tanto ella como Usui, Kanroji y hasta el callado y desinteresado Tomioka se acercaron hacia el hombre de cabellos rubios y puntas rojas como una llama.

—Hombre, Rengoku— Usui chasqueó los dedos frente a él, logrando que este reaccionara y levantara la mirada a su compañero.

—Te-te ocurre algo Rengoku-san— Dijo la pelirrosada de puntas verdes en tono preocupado.

—Parece que estuviste ido la otra mitad de la reunión, Rengoku-san—Habló la pequeña pilar y de paso miró al pilar de Agua asentir. 

Pero el apagado Rengoku solo soltó un suspiro y levemente apartó a Kanroji de su paso. Ahora él no deseaba hablar con nadie.

—Lo siento compañeros, pero necesito marcharme— Habló el rubio mientras continuaba su camino fuera de la finca. 

Los restantes solo se miraron los unos a los otros sin saber que hacer, y es que, lo que más llamaba la atención es observar un depresivo Rengoku. 

—Se supone que el depresivo en el equipo eres tú, Tomioka-san— Habló la pequeña mientras le daba una mirada fulminante a su compañero. 

Aún no superaba el hecho que la haya inmovilizado tan fácilmente, simplemente con él no puede mantener su eterna sonrisa y fingir que siempre está feliz. 

Por otra parte, Tomioka quería buscar una pared para reflexionar sobre su vida, pero Kanroji volvió a hablar preocupada. 

—Pero, somos amigos de Rengoku... tal vez alguien debería ir a ver... que es lo que sucedió— Sus ojos viajaron al alto pilar del sonido— Usui-san— Tanto ella como los dos restantes miraron con intensidad al hombre de cabellos plateados. 

Este soltó un suspiro y pasó su mano sobre su cabello. Claro, teniendo mucho cuidado de mover su extravagante banda. 

—Bien, déjenme al Tomioka 2.0 en mis manos— Dijo con una sonrisa mientras se apresuraba para alcanzar al rubio.