Prólogo

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Recuerdo perfectamente el día en que conviví con él por primera vez. Lo había visto anteriormente en varias ocasiones dentro de la empresa y en algunas presentaciones al igual que mis hyungs de SHINee. Pero, con los ensayos, presentaciones, conciertos y demás, nunca le había tomado demasiada importancia.

No fue hasta aquel programa donde nos juntaron a los cuatro. Estaba en el patio con GiKwang. Como había llegado un poco más tarde a la casa, no vi al menor hasta que EunHyuk salió de la casa y a sus espaldas estaba él.

Me costaba trabajo verlo y no por GiKwang, ya que es una persona de baja estatura, si no que entre los nervios, la emoción, sumándole también el sol en mis ojos, mi atención estaba puesta en otro punto. Hasta que él estuvo más cerca de mi fue que pude verlo claramente. Este niño era alto, más que yo y que de todos realmente, no por mucho pero lo es. Cuando lo saludé fue como verme en un espejo.

Lo analizaba detenidamente. Su leve sonrisita y su nerviosismo. De por sí, teníamos el cabello muy similar. Cuando los hyungs los alentaban a bailar, me dí cuenta que era una de mis canciones. Cada movimiento que hacía, repitiendo cada paso sincronizado perfectamente con la música, sus expresiones al "sentir" la canción. No duró mucho tiempo bailando. Pero al ver su nerviosismo sentí algo diferente. Me gusta ver a al agente bailar y disfrutar mis canciones pero esta vez fue diferente. No era nada parecido a lo que sentía con otras personas.

Después de acabar el programa, nos fuimos en una de las camionetas. Él se sentó a lado mío y también por el resto del día estuvo junto conmigo. Incluso en la comida, todos los mayores estábamos pendientes de él. Hasta que escuché aquella frase que jamás olvidaré. "Yo no tengo amigos fuera de NCT" esas fueron sus exactas palabras. Se creó un silencio en la mesa creando un momento incómodo. Yo por inercia le dije "¿Quieres un amigo?". Le había ofrecido mi amistad y él sólo atinó en sonreír levemente y ponerse nervioso. La comida siguió y todos volvieron a platicar recuperando el ambiente ameno.

Aún más sentía interés por él. Sé perfectamente cómo se sentía. Fuera de la empresa hay personas que te quieren sentir mal o aprovecharse de ti. Y quizá no hubiera podido resistir tanto si no fuera por mis huyngs que me apoyaron desde mi debut hasta este momento. Pero su caso era diferente.

Recordé las veces que lo vi esforzándose tanto para su debut. Sus exhaustivas prácticas de todos los días. Él había hecho su debut más joven que yo y ser el maknae de un grupo puede resultar ser algo difícil.

Esas semanas que pasé con ellos fueron de lo mejor. Quizá no nos conocimos mucho. Lo que teníamos más en común era el baile. Poco a poco nos fuimos convirtiendo en una pequeñita familia. 

Mi Pequeña FamiliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora