Apellido

Parte única

Kirishima y Bakugo tenían una relación desde su primer año en la U.A. Parecía que se conocían desde que nacieron, Eijirou fue el único que comprendía a Katsuki, a pesar de que este era de mecha corta. El tiempo había pasado, actualmente tenían 18 años y eran reconocidos héroes, habían pasado por mucho, mas valió la pena, ya que pudieron tener momentos de felicidad y paz.

Ese día era especial para ambos, debido que era el tercer aniversario juntos, por eso un rubio explosivo esperaba a su querido novio en un parque, apenas eran las diez de la mañana y la hora acordada era a las diez quince. Bakugo -sorprendentemente- estaba nervioso, Kirishima le había dado mucho, amistad, confianza, amor, por ello había planificado a la perfección aquella salida. Ya era la hora y Eijirou había aparecido con su típica sonrisa, se acerco a su novio y le dio un pequeño beso en los labios.

— Hola Kats.

— Hola pelos de pincho.

— Tuvimos suerte que nos dejaran libres hoy en la agencia.

— Supongo.

El rubio tomo de la mano al teñido y se fueron caminando por aquel parque, caminaron hasta encontrar una gran feria. Pasaron por todos los puestos hasta llegar a los de atracciones, ambos optaron por un juego en donde había que tirar hachas a un pequeño tronco, el encargado del puesto les dio cinco hachas a cada uno, lamentablemente no le dieron, pagaron dos veces más y a la tercera vez lograron darle con las cinco hachas, el hombre los felicito y les dio un premio.

Cuando habían acabado con todos los puestos de atracciones les dio hambre, así que fueron directamente a los de comida, ambos pidieron curry (el de Katsuki era muy picante) y empezaron a comer en un lugar apartado, lleno de arboles sakura, aquel lugar parecía sacado de un cuento de hadas, era tan pacífico y hermoso. Al terminar de comer decidieron tomar un helado simple, el pelirrojo pidió un helado de vainilla y café, mientras que el explosivo pidió un helado de menta y chocolate. A la pareja mostró una tenue sonrisa al pensar detenidamente los sabores de helado, para ambos era como recordar a su pareja, amargo pero dulce como Katsuki, refrescante pero agradable como Eijirou. Pasaron toda la tarde paseando, comprando, charlando y riendo.

Cuando fue la hora de devolverse empezó a llover, compraron un paraguas y se fueron caminando por otro parque  — muy verde con una laguna en medio — en el cual no había nadie. Bakugo tenía la mirada en el suelo, Kirishima estaba preocupado, él nunca miraba hacía abajo, siempre andaba con la frente en alto, entonces ¿por qué estaba así?

— Sabes... — dijo el rubio, sin despegar su mirada del suelo y con un tono suave, el cual solo ocupa con el pelirrojo —Odio tu apellido...

— uhh... ¿perdón? — dijo el teñido un tanto confundido y triste ante esa declaración ¿acaso será que Bakugo ya no gustaba de él?

El explosivo se detuvo y por fin elevo la mirada a los ojos del amor de su vida.

— Vamos a cambiarlo — se arrodilló y del bolsillo de su chaqueta saco una caja, la cual tenia una hermosa sortija de oro.

El pelirrojo sin pensarlo dos veces se abalanzo sobre Katsuki... sin duda alguna cambiaría su apellido.

YO: Hola hola (le tiran piedras) ok ok, se que no he escrito pero no es para tanto...

Chihiro: no has escrito por un mes...

Yo: en primera no es mi culpa por querer salir, segundo NO ME AYUDASTE EN NADA y tercero tuve un bloqueo por dos meses ¿SABES COMO SE SIENTE?

Chihiro: no y no me interesa

Yo:... eres solo una creación, obvio que no me puedes ayudar y por ello destruiré tus bocetos

Chihiro: Kurenai-kun NO

YO: Kurenai-kun SI

Chihiro: Hare lo que quieras, pero no deformes mi bello rostro!!!

YO: ¿lo que quiera? ok (le salen flamas azules de su mano)

Chihiro: (le da la mano)

Yo: ok, espero que les haya gustado y aquí tienen el comic, recuerden de comentar, votar y disfrutar...

Nos vemos en otra historia...

Kurenai-kun...