El Juego

Capítulo 11"Sangre"

Seguimos el camino hacia el parque, ella se adelanta hasta los juegos, la veo jugar y sonreír como si nada malo pudiera suceder, ella es el pequeño ángel que hace que siga con vida, sin ella no tendría futuro

Un chico castaño se sienta en el mismo banco que me encuentro sentado yo, no le tomó importancia y la sigo observando con una gran sonrisa

- se ve que esa niña es más que una hermana para ti- dice el joven yo lo miro sin entender

-¿Quién eres?- le pregunto serio, mi mirada viaja de el a la pequeña que se encuentra jugando con otros niños

-tranquilo no les voy hacer daño, sólo se que esa peque no es tu hermana, y la cuidas con tu vida- habla sin apartar la mirada de ella

-¿cómo sabes que no es mi hermana- sonríe con mi pregunta

-muy sencillo, ella es mi hermana y vos me vas ayudar-

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Nicolás Pov

Después de que Cassi se fuera, Katia empezó a contar todo lo que estaba pasando, el investigador se escondió y tiene unos papeles que nos delata a todos, además que el típo se atrevió amenazarla

-se puede saber quien era esa chica-me pregunta

-eso ahora no es importante- le respondo serio, busco mi teléfono y empiezo a marcar los números

-¿a quién estas llamando?-

-a la única persona que nos puede ayudar- le respondo

-diga-se oye al otro lado

- tenemos un problema... El investigador de México tiene pruebas en nuestra contra-

-encargate vos , regreso a Los Ángeles en tres semanas... y hablaremos de otros problemas-  cuelga sin dejarme hablar,eso no sólo tenía que ver con este problema sino también con otros más antiguos

- regresa en tres semanas, mientras le detenemos o lo llevamos por otro camino- me mira sin entender- lo que quiero decir es que te hagas cargo- subo hacia a mi habitación dejándola sola.

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Cassi Thompson Pov

Llegué a mi casa sin dejar de pensar ni un solo momento en ella, siempre tenía que interrumpir los momentos en los que me sentía realmente feliz...extrañaba esos momentos.

Me cambio de ropa por algo más suave,uno vestido blanco de lana.

En la cocina me preparo algo de comer y empiezo a tomar una copa de vino mientras revisó unos papeles de los negocios.

Mi vida cambio completamente hace tres años, fingir mi muerte viajar a Roma, volver a ver a mi verdadero hermano, entrenar defensa personal, un cambio de imagen. La primera vez que me vi después de ese momento, yo no me podía reconocer.

Mi celular suena avisando un mensaje de texto, cuando lo leo me doy cuenta de que es el

~Siento lo que paso~

~No te preocupes, seguro tenían muchas cosas de que hablar~

~eran cosas de trabajo, no podían esperar~

~claro~ no espere la respuesta y apague el móvil. Lo dejo sobre la mesa y me levanto.

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Los rayos del sol entraban por el inmenso ventanal con vista al mar. Eran las 7 de la mañana, no pude dormir en toda la noche estaba inquieta, sabía que algo estaba por pasar.

Los golpes en la puerta principal se sienten, al abrir la puerta me lo encuentro a el con un hermoso traje azul marino, con los primeros botones de la camisa abiertos

-¿ es demasiado temprano para que estés en mi casa Nicolás?-le pregunto dejándolo pasar al interior de la casa

-si, siento la hora... te quería ver. Por cierto estás hermosa con esa ropa- me dijo en mi vestimenta, la cual cinta de unos jeans mezclilla que llegan a estar por encima de mis tobillos, una pequeña blusa de mangas largas mostrando mi ombligo y unos tacones punti finos del mismo color crema que prenda de arriba

-Gracias, ¿un café?-asiente, camino a la cocina, sirvo el café en dos tasa, al regresar se lo tiendo, empezamos a beber nuestra bebida

-quiero explicarte quien es Katia en mi vida-

-realmente no quiero saberlo, ni siquiera me- soy interrumpida por el sonido del celular de Nico

-diga-contesta

-si soy Nicolás Flint, sucede algo-en su voz se nota la preocupación- ¿ qué está diciendo?-esta nervioso¿ qué está pasando?-voy en camino- corta su llamada, está temblando debido a los nervios- me tengo que ir-

-No!! No te vas solo, voy contigo-Me levanto tomo mi bolso y salgo tras el, con paso a presurado, me monto en el asiento del copiloto en su Mercedes negro.

Maneja por la calles excediendo en la velocidad,llegamos a una zona de muchas casas, este lugar lo conozco.

Se estaciona en la entrada de una casa, la casa de Andrea Flint, en la entrada se ve a la policía, ambulancias, cintas amarillas por todo el perímetro ¿qué está pasando?

Nicolás corre hacia la puerta perdiéndose dentro, voy tras el a paso lento con miedo a lo que me pueda encontrar.

Observó toda la instancia, no lo resisto, corro al lado de la casa apartada de todo lo que pasa, empiezo a vomitar.

Todo envuelto en sangre, y dos cuerpos totalmente despedasados, era una verdadera masacre, el señor y señora Flint habían muerto, los que me criaron, la muerte había llegado por ellos.