Innecesariamente oportunos

CAPITULO 6

Era un nuevo día, a decir verdad, hacia un poco de calor por las fechas en las nos encontrábamos actualmente.
Hoy no tenía mucho que hacer... Realmente no tenía nada que hacer, lo único que hice fue revisar mi teléfono celular para comprobar si tenía alguna oportunidad de trabajo o alguna llamada, pero no era así... No tenía nada. Me decepcione por eso, aún más cuando revise mis conversaciones y no había nada.
Solté un suspiro, realmente no sabía que esperaba.

- Supongo... Supongo sólo que está ocupado... - me dije para mí, bajando la mirada y mis orejas, me sentía como un estúpido en ese momento

También debo de decir que al momento de despertar, no me encontraba con ese maldito lagarto, estaba completamente sólo. No sé decir si eso me alegraba o me daba completamente lo mismo, pero simplemente no estaba ahí.

- ¡YA VEN A COMER! - escuche una voz que provenía desde la cocina, era Ryan quien me hablaba... Se escuchaba molesto.

Me límite a contestar, simplemente solté de nueva cuenta un suspiro, revisando por última vez mi celular con una gran ilusión y esperanza... La cual se derrumbó de nueva cuenta.
No decidí cambiar de ropa de momento, después de ir a ver lo que quería Ryan lo haría, pero de momento no.
Llegue lo más "rápido" que pude a la cocina, de ahí provenía un dulce y delicioso aroma, realmente me agradó bastante cuando sentí el olor.
Delante de la cocina estaba Ryan cocinando hot cackes, aunque al lado suya ya tenía un plato con unos cuantos preparados.

- ¡Hasta que te dignas a despertar! - estaba de espaldas, no podía verle a la cara

- Gracias... Ryan...

- Ah, sí, sí, luego me lo agradeces, ahora ve y siéntate en la mesa. - hice caso, después de que me preparo la comida era lo mínimo que podía hacer

- ¿Desde hace cuánto despertaste? - ya me encontraba sentado en la silla, mientras veía como Ryan se acercaba hacia mí con dos platos llenos de hot cackes

- Quizá desde hace una hora... ¿Por qué no tienes más comida? - coloco ambos platos en la mesa, uno era mío y el otro suyo obviamente

- Quizá porque no tengo trabajo, puede ser eso... El dinero y la comida no llueven en esta casa Ryan. - con eso, procedí a comer, realmente eran sabrosos

- Hoy amaneciste más histérico de lo que ya eres, ¿eh...? Sea como sea, te ves raro... - de la misma forma, Ryan metió un gran bocado de comida a su boca para dar inicio a su desayuno

- ¿A qué te refieres? Si siempre soy así de histérico contigo.

- Me refiero a que hoy te ves más... Tienes una cara de preocupado para que puedas entender... Y si es porque tienes ganas de sexo, sabes perfectamente... - antes de que siguiera lo calle

- ¡No! ¡No tengo ganas de eso!... Y sí, tienes razón... Hoy estoy pensativo... No puedo vivir sin trabajo y ya he durado un tiempo sin uno. El dinero ya se me está acabando.

- Yo te podría pagar por tus servicios, te pagaría demasiado bien. - nuevamente de un grito intente callarlo - Jaja, oh, amo cuando te pones así... Y no es lo único que tienes. Te conozco de hace tiempo Alexander, conozco ese rostro de preocupación y tristeza. - ¿tristeza?

- Yo no estoy triste, sólo estoy angustiado por eso. - intente defenderme con algo pero era inútil, era muy obvio

- Jaja, no engañas a nadie... Sólo espero que no estés triste por mí, porque aquí estaré siempre en toda tu vida.

- Que molesto suena eso...

Después de eso, ambos habíamos terminado de comer, tomé los platos y los lavé.
Ryan se despidió de mí, yendo a su hogar que francamente desconozco el lugar.
Estaba solo en casa y no tenía nada que hacer como había dicho desde un inicio. El tiempo pasaba y lo único que hacía era revisar mi celular... Y nada, nada por ambas partes... Aunque claramente una me importaba más que la otra.

- Un día de estos de verdad haré que me maten... - sujete de mi pecho, me comenzó a doler un poco, aunque no era nada grave

Y al cabo del tiempo, recibí una llamada. Anhelaba con mi vida que fuera él, pero no... Era un número desconocido que tuve que responder. Quizá sería algo importante... Y vaya que lo fue, era una llamada de trabajo. Al parecer había cumplido con las expectativas de un empleo... De profesor.

- Muchas gracias, yo me presentare el día de mañana. - antes de colgar la llamada, hubo un último dato que me dieron que realmente no me agradó - ¡¿Qué debo de trabajar con niños?!