Prólogo

2 0 0
                                    

Voy caminando apresurada, tengo cinco minutos para llegara mi primer clase, justo el primer día después de vacaciones de Diciembre y ya voy atrasada. Bajo por unas escaleras que me acortan el tramo y desde arriba logro visualizarlo, él me voltea a ver y grita mi nombre

— ¡Julieta!— dice mientras me abraza y él al ser mucho más alto que yo quedo atrapada entre sus brazos, logro oler su colonia que invade mi mente.

— ¡Holaaa!— me separo de él al recordar que ya voy atrasada— y adiós—comienzo a reír— ya entra a clases.

Caminando a mi edificio recuerdo que en las vacaciones hablé con él varias veces por mensaje, todo empezó porque le pasé las fotos que se tomó el anterior semestre con mi celular, a partir de ese día hablamos más seguido y mi cariño por él creció. Recuerdo lo que dijo en una de esas conversaciones que hizo que mariposas nacieran en mí.

—Ya quiero verte cuando regresemos.

—Pero no tenemos clases juntos los lunes.

—No importa, voy a buscarte.

Los días después de ese mensaje no deja de imaginar escenas donde él fuera a buscarme a mi salón sólo para saludarme pero mi imaginación no llegó al punto donde nos encontraríamos al llegar y estar en edificios tan cercanos. Llegue algo decepcionada ya que en realidad quería quedarme a hablar con él un rato más, gracias a esto me di cuenta que empecé a sentir algo por él y no quiero. Siempre que me gusta alguien termina mal, no es mutuo o se aprovechan.

Esperamos quince minutos y la profesora no llega, perfecto, yo apurándome para que no tenga la clase. Comienzo a distraerme en mis pensamientos y una idea se apodera de mí ¿y si le digo? ¿le digo que estoy comenzando a tener sentimientos por él? Puede que sea una idea idiota pero la curiosidad me gana. Saco mi celular y comienzo escribir

—Oye, tengo algo que decirte.

Envío y me tranquilizan dos hechos, él no es de contestar rápido y en todo él día no lo volveré a ver, el colegio es bastante grande como para que me lo encuentre. Al sentir como mi celular vibra en mi bolsillo y ver la pantalla el primer hecho se derrumba.

—¿Qué pasa?

¿En serio? Jamás me contestas rápido y hoy fue el día exacto para que lo hicieras. Pienso en dejarlo un rato así para gastar tiempo, así que al dar las ocho con treinta me levanto de mi asiento y camino a mi siguiente clase. Llego a mi clase de expresión gráfica y todo el rato que paso pintando no me saco de la cabeza el que dirá él cuando lo sepa.

—Te digo después de salir.

Sin saber que más decir me dirijo a mi siguiente salón junto con mis amigas y al pasar por un edificio escucho como alguien golpea una ventana con demasiada fuerza y grita mi nombre ¡No puede ser!

—¡Julieta!— volteo y efectivamente, es él. Lo saludo pero yo sigo caminando mientras veo que me mira con confusión.

—¡Hola!— veo como una chica que también se encuentra afuera lo saluda.

—A ti no te estoy saludando— dice mientras me ve riendo, yo sólo río para seguir caminando.

Estuvo cerca, pensé, si no hubiera estado en su salón estoy casi segura que me habría preguntado sobre lo misteriosa que estaba siendo. Después de mi última clase tomo camino a mi casa y en el transcurso pienso en si ahora sería el momento como para decirle. Saco mi celular y comienzo a grabar una audio.

—¡hey! Bueno, lo que quería decirte es... me estás empezando a gustar, te lo digo porque no quiero que pues... AAAGGGG NO— gritó y elimino el audio— vale, no te trabes, respira Julieta—- digo para mí misma.

—¡hey! Hola— río ligeramente— bueno, lo que tenía decirte es que me estás empezando a gustar, no quería decírtelo antes porque podía ser que nos viéramos en el colegio, lo cuál habría sido algo vergonzoso al menos para mí... ammm te lo digo porque en sí no quisiera que se volviera algo mayor, pensé que si te decía podrías no ser tan cariñoso ¿si? Bueno... creo que eso es todo jaja.— enviar.

ÉlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora