Era una lastima que los cálculos de la princesa hubieran fallado, y que peor aún, tuvieran que pasar la noche en semejantes condiciones. La rubia internamente se lamentaba por su suerte, pero más por sus amigos, quienes hicieron un esfuerzo en vano por conseguir un lugar donde pasar la noche, por lo que al echarles una mirada a la parejita con cara de cansancio, llegó a pensar: "Si Zaid estuviera aquí, él seguramente hubiera hecho algo para cubrirnos de la lluvia", dijo a sus adentros.
—Nya —Diamant soltó un pronunciado bostezo tragando algo del agua de la lluvia, y exclamó casualmente lo siguiente—. ¡Ojalá Zaid estuviera aquí nya, así no tendríamos que mojarnos nya! ¡Cómo se le ocurre dejarnos a la deriva nya! —dijo lamentándose por la situación algo irritada. Y esa expresión hizo que Léa la mirara con sorpresa, cosa que notó la gata gauchesca—. ¿También extrañas a Zaid nya? ¿No es cierto Léa nya? —le preguntó descaradamente, y la dueña de los cabellos como el sol se sonrojó un poco, aunque ese mismo detalle no podía notarse por la tenue luz como también por la misma intensa lluvia.La princesa guardó silencio sin decir una palabra, y ambos catalizadores, se miraron escuchando la charla de las dos chicas, por lo que el atractivo muchacho decidió hablar con amabilidad.
—Está bien si lo extrañas. Más de uno aquí echa de menos a ese zorro sarnozo —declaró el pelinegro empapado.—Alik... ¿cuándo será el día en que te dirijas a él con amabilidad? —resopló Iris.
—¿Qué? Yo creo que ya se habrá acostumbrado a la forma en que lo trato a pesar de... aquella vez —Alik recordó cuando se pelearon por su enana; fue la última discusión que realizaron como compañeros. Un ligero e incómodo silencio se apoderó de los cuatro, no obstante, Léa decidió romperlo.
—¿A ustedes... no les gustaría hacer feliz a Zaid? —les preguntó a todos mientras su alteza miraba los azulejos empapados por la lluvia y que seguía siendo rociados por ésta. La increíble pregunta, los atrapó con la guardia baja a los tres, y todos entre sí se miraron, pues pensaban que Léa estaba con la mente medio nublada por el mismo aguacero.
—Puede ser... ¿que te guste Zaid, Léa? —Iris se atrevió a preguntar con un tono apacible.
—¿Gustarme? ¿A mí? —declaró extremadamente asombrada—. No puede ser... para mí este viaje es...
—Han pasado muchas cosas durante el viaje —dijo Alik, quien removió la mano que tenía sobre el hombro de Iris para ponerla en la cabeza de ésta—. Yo me quedé con esta mocosa aunque no me lo proponía —sonrió con amplitud—. No sería tan loco que tú te fijaras en ese zorro tan insoportable.
—¡No me llames mocosa! —le renegó la más baja.
—¡Yo también creo lo mismo nya! —informó Diamant levantando una mano con gran ánimo—. Cuando buscas hacer a alguien feliz, eso significa que esa persona realmente te gusta nya. Es... ¿cómo decirlo nya? —se llevó un dedo sobre el labio pensativa—. ¡Cómo si creyeras que siendo parte de su mundo nya, lograrías hacerlo algo más bonito nya!
Sus amigos, más que compañeros, se mostraron sinceros, y con grandes motivos para apoyarla en sus creencias como sentimientos, por lo que Léa en ese momento, algo anonadada, entendió que contaba con unos grandes camaradas a su servicio. Sin embargo, también entendía que esa clase de deseos no estaban nada más ligados al romanticismo, así que estando aún insegura, preguntó:
—¿Y cómo sabes que no es simplemente amistad? Ustedes me aprecian, y desean mi felicidad, ¿no es así? —declaró ella. El agua empezó a mermar en intensidad volviéndose menos violenta, lo cual les daba un respiro a nuestros héroes.
—Yo lo sé —declaró Iris levantando suavemente su mano, y todos les prestaron especial atención—. Acaso cuando ves a Zaid, ¿no te dan ganas de abrazarlo?, es decir... ¿no te da un poco de inquietud estar cerca de él? —ella intentaba darle pistas a su alteza para aclarar sus ideas.
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Note Max ©
FantasyLas estrellas explotan en nubes de colores, los pueblerinos están ansiosos por escuchar nuevas voces, y el esplendoroso reino de Shion está listo para el encuentro con la Nota Vanguardista. Miles de catalizadores se presentaran en la reencarnada ge...