Corazón De Hielo(Completa-En Edición)

57.-Falta poco

Hyoga se retiró afirmando que quizás en algún momento visitaría el santuario,tal vez solo para preguntar a los dorados cómo iban las cosas,ya que además no solía hablar demasiado con ellos. Y sobretodo con su maestro y con él mismo,Milo,quien ya era cada vez más sospechoso de tener algo mucho más que amistad con el de acuario.
Eso a Hyoga era claro que le entraba aunque sea la más mínima pizca de curiosidad para investigar por su propia cuenta.

El griego tomó el almuerzo y se lo llevó a Camus a la habitación. Estaba algo tenso y eso no pasó desapercibido para el peliverde. Milo era de esas personas en las que sus expresiones no dudaban salir a flote. En su rostro podría asegurarse incluso si el tipo habría desayunado o no. Y eso aveces llegó a molestar al santo de escorpión.

-¿Qué sucede?.-le preguntó Camus recibiendo su comida,colocándola sobre sus muslos en total armonía,percatándose de que algo ocultaba el rubio.-¿Dónde quedó tu sonrisa llena de orgullo desde hace unos cuantos minutos?

-Camus..-habló haciendo una breve pausa-¿has considerado volver al santuario?

Ambos se miraban fijamente como tratándose de leer los pensamientos. El contacto visual lo rompió Camus al girar su rostro hacia un lado. Después volvió a mirarlo,apretó los labios como dudando en responder y lentamente negó con su cabeza.

-¿Y porqué no?.-cuestionó el rubio extrañado al no recibir por primera vez una negativa sin mencionar palabra.

-No tengo nada que hacer allá..-murmuró suspirando.-Mi decisión está tomada Milo,ya te lo dije.
Renuncié para hacer mi propia vida. Para tomarme el tiempo suficiente de conocer profundamente mi hogar. Hace años que no me sentía con la capacidad de volver a ser una persona normal..como cualquier otra.-las últimas palabras que dijo,parecían con un tono apesadumbrado. Milo siguió insistiendo,era terco de nacimiento.

-Podemos irnos a vivir en un lugar en Grecia. Crecimos ahí por años. Además nuestros compañeros pueden visitarnos y cosas así. Te complicas demasiado Cam..

-¿Qué traes entre manos?.-le escudriñó con la mirada el peliverde. Exigiendo una pronta respuesta.

-Lo que sucede es que..tenemos que ir a athenas por un problema que está sucediendo.-soltó rogando en sus interiores lograr convencer a su compañero.- No podemos quedarnos de brazos cruzados.

-De qué problema hablas? Si es algo complicado ya te dije que no podría,ya no puedo ser un caballero dorado

-Es Athena.
Ella..tiene problemas para controlar su cosmos.
Hace un rato,vino Hyoga y me lo dijo,también me pidió que ambos vayamos y tomemos nuestros puestos por cualquier problema que se esté por dar. Y eso talvez ocurra pronto por esta sitúación.

-Milo,están los caballeros dorados, estás tu,los de bronce y plata. Yo no tengo que estar necesariamente cuidando de mi puesto cuando se lo dí a Hyoga. El título ya no me pertenece y se que Athena me entiende,se lo dije en persona.

-Pero Camus..

-Y si paras esto de una vez Milo?
No pienso volver.
Grecia..es el lugar en donde me ha pasado de todo. Solo quiero olvidar. ¿Entiendes?  Quiero Cambiar como me estás viendo,ser alguien distinto.

-Alejándote de donde provienes no mejorará las cosas. ¡Escúchame!.
Podrías hacerlo por mí.
Sé que me has abandonado por varias veces y aunque ya no me importa lo más mínimo nosotros debemos de hacer lo que es nuestro deber. Aunque hayas renunciado a tu puesto sigues llevando la sangre de un caballero dorado en tus venas,entrenaste para serlo. ¡Posees un cosmos!
Es tu deber proteger a Athena y por esa razón tenemos que regresar.
¿Acaso todo el tiempo que te preparaste para cuidar de tu diosa ha sido en vano?