OO1

2.8K 217 21
                                    

Mis manos temblaban ante el nervio, mi pie golpeteaba el suelo una y otra vez atrayendo miradas de fastidio hacia mi. Suspiré por enésima vez tratando de relajarme pero me era imposible.

Cada vez lo sentía más cerca.

Más cerca el darme cuenta que algo andaba mal en él, o incluso en mi.

Al llegar a la estación bajé del tren con mi pequeña maleta, solo llevaba las cosas necesarias, un par de cambios, dinero y demás. Yoongi llevaba días en Daegu, extrañamente su abuela había enfermado, digo extrañamente porque ayer hablé con ella y se veía bastante bien. Me llamó, conversamos y pregunté "¿cómo se encuentra señora Yun? ¿Qué dijo el doctor?" ─ "¿El doctor? Pequeña, estoy más que bien. Tienen vieja para mucho rato. " rió y colgó después de disculparse ya que tenía un café pendiente con sus amigas.

Una mentira más.

Caminé mirando las calles con una nostalgia grande, sonreía ante los recuerdos. Yoongi y yo apenas éramos unos adolescentes cuando nos enamoramos y supimos desde aquel primer beso que haríamos una vida juntos. Yo tenía 12 años y él recién cumplía los 15 cuando me robó un beso.

Jamás olvidaré ese día.

Yoongi era el niño gruñón de la clase, algo que me encantaba. Su piel blanquecina y sus rasgos finos me tenían embelesada. Yo era la niña tonta que se sentaba detrás de él para poder mirarle, un día como cualquiera él me miró, por primera vez y sonrió apenado al darse cuenta que le miraba, SONRIÓ. No lo había visto sonreír, ahí me di cuenta que no solo habían siete maravillas en el mundo. Él y su maldita y preciosa sonrisa era la octava, o quizás la primera.

Días después llegó un papelito a mi mesa "vete de mi escuela" conocía esa letra, era él. Mi corazón dolió y la pequeña pizca de esperanza en que se fijara en mi desapareció. No me fuí, pero me senté en un lugar diferente, no le miré más, dejé de admirarlo creyendo que él no lo notaría. Pero después apareció frente a mi, en un recreo.

¿por qué ya no te sientas detrás de mi? ¿Acaso ya no te gusto? ─ sus manitas se habían vuelto un puño y apretó sus labios con tristeza.

¿Acaso eres tonto? No me quieres en la escuela, menos en tú vida. ─ bufé molesta, abrí mis ojos sorprendida cuando se acercó a mi y tomó mi rostro entre sus manos besando mis labios por unos cortos segundos. Sus dulces, finos y hermosos labios estaban sobre los míos.

No soy bueno expresando mis sentimientos, pero mírame más, siéntate conmigo. Tú me gustas.

•••

Saqué las llaves de mi bolso y abrí la puerta de nuestra casa, miré todo completamente ordenado y limpio. Cada dos meses yoon veníamos a limpiar la casa o mandaba a alguien cuando su agenda no lo permitía, lo cual había pasado estos últimos meses.

Caminé por la casa apreciando cada detalle de ella, me emocionaba estar ahí, porque ambos luchamos y pusimos todo nuestro esfuerzo y corazón en ella, para algún día cuando tuviéramos una buena estabilidad económica, buen trabajo regresar aquí, formar una familia y nuestro hogar. Entré a la habitación con paredes azules, me senté en la cama mirando a la habitación con una sonrisa

¿por qué pintura azul, Min YoonGi? ─ miré el bote que había traído con un bonito tono de azul. Él me abrazó por la cintura recargando su mentón en mi hombro y dejando un pequeño beso en mi mejilla.

─ ambos queremos un niño, si deseas algo con todas tus fuerzas se hará realidad. Y sé que algún día ésta será su habitación. ─ lo dijo tan confiado, con esa sonrisa tan hermosa que asentí segura.

─ algún día, amor. ─ asentí antes de unir nuestros labios.

Lamentablemente, había pasado más de dos años y no he podido quedar embarazada, aunque él diga que no le afecta, que no le importa si no podríamos ser papás, yo sé que sí, porque sé que ese es su mayor anhelo.

Unas risas me sacaron de mis pensamientos, escuché pasos acercarse y la voz de una mujer llamarle. ¿Acaso le dijo amor?
La puerta se encontraba entre abierta y me levanté dispuesta a mirar y enfrentar cualquier cosa que estuviera por pasar ahí. Pero no pude, las palabras no me salían cuando miré que ellos se estaban besando, que aquella mujer tenía un vientre abultado y él posaba sus manos ahí, dando suaves caricias. Se separó de sus labios con una gran sonrisa.

Estaba embarazada.

Su sueño hecho realidad, un sueño donde yo no estaba incluida.

Lloré, sin importar su presencia, lloré sin importarme nada. Y él lo notó.

•••

Me encontraba hecha una bolita en la cama, mi mirada estaba perdida en algún punto de la habitación y silenciosas lágrimas salían de mis ojos. Quité éstas con enojo cuando sentí un peso en el colchón dándome a entender que él estaba ahí.

─ ¿Ya regresaste de dejar a tu otra mujer? ─ porque sí, él fue y la dejó hasta su hogar.

─ amor ─ intentó tomar mi mano pero lo alejé.

─ no me toques ─ murmuré. ─ y no me llames así.

─ Todo tiene una explicación, lo juro. ─ se recostó a mi lado, reí rodando los ojos.

─ Déjame pensar "fue un error, solo un desliz, no es lo que tú piensas." ─ suspiré.

─ Sí es lo que tú piensas, no fue un desliz, seré papá. ─ ni siquiera se tentó.

Y dolió como la gran mierda.

Quiero el divorcio. ─ él negó.

─ Eres mía. ─

─ No soy un maldito objeto Min Yoon Gi. ─ me levanté enojada de la cama, su mano me tomó de la muñeca y me tiró con él a la cama.

─ Eres mía, no hay discusión. ─ envolvió mi cintura entre sus brazos y su mirada se oscureció. En qué momento pasó esto.

MÍA ;; MIN YOONGI ꒷꒦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora