s que no te veo, ¿donde te metes?
- Por ahí.- tan simpático como siempre, Chaz era un chico de pocas palabras, pero un trozo de pan con todo el mundo.
- Tan simpático como siempre.- que haría yo sin la ironía. '
Chaz no contestó a mi comentario, y nadie abrió la boca hasta llegar al restaurante donde habíamos quedado todos. Nos bajamos del coche y no había nadie.
- __________tn, vas preciosa.- Caitlin era una pelota.
- Que pelota que eres, sabes que tu vas más guapa que yo.- Cait iba asíhttp://www.polyvore.com/cgi/set?id=57250626#stream_box. - Chicos vosotros vais perfectos.
- Gracias tu también lo estas- dijeron Chris y Chaz al unísono.
- Por cierto ¿y Ryan?- en teoría el también tenia que estar aquí.
- No ha podido venir, tenia un asunto familiar- dijo Cait.
- Mmm, vale.
La gente fue llegando cinco minutos más tarde, nos fuimos saludando todos y nos sentamos en la mesa. Al cabo de un rato llegó un camarero a pedirnos nota, cada uno pidió lo que quería y él se marchó.
Empezaron a salir temas tontos, las risas no paraban, empezamos a contar anécdotas de clase. De todas las tonterías, los exámenes copiados, los profesores cabrones, los buenos, los malos rollos, la gente que se fue, la gente que vino nueva, los substitutos, las excursiones y una lista de cosas más. Me lo estaba pasando en grande, echaba de menos esos momentos, cuando estaba metida en clase, tenia unas ganas enormes de perder de vista a todos los profesores, a salir de esa aula que parecía una cárcel pero en realidad cuando llega el verano empiezo a recordar cada momento vivido con ellos y los echo de menos. Caitlin estaba sentada a mi lado y tenia la mirada con un brillo especial, seguro que estaba pensando lo mismo que yo. Ella me miro y me sonrió.
- No me voy a cansar de decirte lo guapa que estas.- yo giré los ojos.
- No me voy a cansar de decirte que tu más.- esta vez los giro ella. Soltamos una carcajada y ella me miró seria.
- __________tn.- se quedó en silencio, y yo la miré con una mueca- tengo que ir al baño guárdame el bolso porfaplis.- me reí, Cait estaba loca.
- Eso no se pide.- cogí su bolso y lo puse en mi regazo.
- Si no te lo pidiera no sabrías que me lo tienes que guardar.- estallé a carcajadas de nuevo, lo que me podía reír con esta chica. Por eso y un millón de cosas mas es mi mejor amiga.
- Anda tira ya.- se levantó de la silla y se fue.
Me había perdido en la conversación de mis compañeros y no me estaba enterando de nada así que decidí coger el móvil de Caitlin para jugar a algún juego. Suena un poco friki, ¿pero quien no lo hace?
Empecé a buscar algún juego de mi agrado, pero no encontraba nada. Me aburrí de buscar así que decidí meter el móvil de Cait en su bolso, pero cuando estaba abriendo la cremallera empezó a vibrar. Era un mensaje. Lo abrí para ver de quien era pero no lo tenía en la lista de contactos. El mensaje decía así:
"Cait, ya estoy llegando a Atlanta, espero verte pronto, ojalá pudieses venir al aeropuerto a buscarme, pero por lo de la cena no creo que vengas ¿verdad? nos vemos pronto. Justin Bieber :)"
Empecé a marearme, ¿Justin aquí? Caitlin no me había dicho nada, ella sabia lo mal que lo estaba pasando. Sabía que esa pesadilla me estaba comiendo por dentro y no ha sido capaz a decirme que iba a venir o que había hablado con él. Sentí una rabia que jamás había sentido mis manos empezaron a temblar y luego mis piernas. Vi a Caitlin sentarse a mi lado. Yo tenía los ojos llenos de lágrimas. La miré, más bien la fulminé con la mirada, ella abrió los ojos como platos.
- ¡__________tn! ¿Qué te pasa? ¿Estás bien? ¿Por qué lloras?- me levanté de la silla sin parar de mirarla.
- ¡QUE TE DEN!- luego de decir eso le tiré el móvil a la cara y me fui de allí como pude.
Estaba temblando, y los tacones que llevaba no eran de gran ayuda para mantenerme en pie. No sé que me afectaba más que Caitlin me hubiera mentido en esto, o que Justin regresara. No sabía si podría perdonar alguno de los dos. Las lágrimas no paraban de recorrer mis mejillas, era inevitable llorar. Lloraba sin consuelo, sin saber a donde ir. Me dolía que mis amigos me hiciesen eso, siempre había estado al lado de Caitlin y más al de Justin. Ahora entiendo el porqué del sueño, el nerviosismo de Cait al hablar de esto, sus viciadas al móvil. Una pregunta rondaba por mi cabeza, ¿Qué haría cuando viera a Justin de nuevo? No sabía hacía donde caminaba ya que estaba absorta en mis pensamientos. Cuando salí de ellos miré a mí alrededor, me había metido en las peores calles de Atlanta. Empecé a caminar más y más rápido casi corriendo, tenía miedo. Oí unas risas detrás de mí.
- Eh guapa, ¿ya te vas?- mierda, mierda, mierda. Caminé más deprisa, más bien empecé a correr.- Oye, no corras preciosidad, no te haremos daño solo queremos jugar un ratito.- Odiaba que me hablaran así, que me trataran como una mierda, como si no fuese nadie y ellos tuviesen control sobre mi.
- Iros a la mierda todos, asquerosos, sois unos depravados, necesitados, imbéciles.
Paré en seco y me giré a mirar a aquellos monstruos, en realidad no pensaba lo que estaba haciendo, estaba llena de miedo pero me encaré a ellos ¿Por qué? Por ira. Vi una botella de cristal a dos pasos míos, la cogí y se la tiré al que estaba más cerca de mí, después eché a correr como nunca.
- Uuuuh, la gatita saca las uñas.- escuché como empezaban a correr detrás de mí. Noté como una mano me agarraba del hombro.- ¿Dónde creías que ibas?
- Lejos de tu sucia cara, gilipollas.- le escupí en la cara, con asco y rabia ¿Qué más podía hacer? ¿Suplicar que me dejaran? Já, seguro que me hubiesen echo caso.
- Yo de ti no me haría la chulita.- se limpió mi saliva de su cara y me apretó fuertemente la muñeca.
- ¿A no?
Con la mano que me quedaba libre le di un puñetazo en la cara, justamente en la nariz. Él se llevo las manos a la cara, yo aproveché para correr. Oí las voces de sus amigos como le preguntaban si estaba bien. Vale, ahora ¿Qué haría? Mejor dicho ¿Qué me harían esos sí me pillaban?