—Ropa, cosas, comida, sip, todo está bien— decía un joven karateca mientras empacaba sus cosas, —No, ¡Butterfly!, ¿Sabes dónde dejé mis muñequeras?—.
—Aquí están— una chica pelirroja de su misma altura le entregó dichas muñequeras, —¿De verdad te vas a ir?—.
—Bueno, ya todas mis cosas están allá, así que ya no tengo de otra— respondió el chico, colocándose sus accesorios en sus brazos, —Ya sabes que debo irme a Diamond city, Master Mantis ya logró conseguir una casa y llevó sus cosas (en la espalda y caminando, no tengo idea como), y como buen aprendiz debo seguirlo donde vaya, ¿Estás segura que no quieres venir?—.
—Sabes que prefiero quedarme, este lugar me ha dado demasiados momentos para abandonarlo— respondió Butterfly, —Además, alguien tiene que cuidar de Kappa—. Ambos vieron hacia el lago en el que vivía la mencionada criatura, la cual miraba al chico con ojos melancólicos, Cricket se le acercó y le acarició la cabeza, —No te pongas así, prometo que los visitaré cuando pueda—. El chico se levantó al escuchar su teléfono sonar, a lo que contestó de inmediato, —¿Hola?... Ah si, ya tengo todo listo, ahora me dirijo hacia allá— cortó la llamada y volvió a agarrar sus cosas, cargando la mayoría en su espalda, —Es hora de irme—.
—Está bien, adiós Cricket, espero que te vaya bien— La chica apoyó su mano en el hombro de su compañero, —Aunque conociéndote, se que te irá bien— después de esa despedida, Cricket se fue de ahí, viendo por un momento detrás de él como Butterfly y Kappa se despedían de él agitando la mano, —¡Te deseamos suerte!—.
—¡Les prometo que la tendré!—.
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Young llegó al paradero, viendo que el taxi efectivamente se encontraba ahí, —¡Perdón por la demora!— exclamó algo sofocado por haber estado corriendo y por cargar tantas cosas sobre su espalda, —S-soy yo, Young Cricket—.
—¿Tu eres Cricket?— un gato amarillo se asomó por la ventana del taxi, —¿Necesitas una mano con todo eso?— el karateka solamente asintió, estaba demasiado agotado para hablar en ese momento, —¡Hey Dribble!, necesitamos una ayudita por aquí— un enorme perro humanoide salió del auto y se dirigió a donde estaba el chico, abrió la parte trasera del automóvil y tomando algunas de las cosas que Cricket había dejado en el suelo. —Adivino, ¿Te mudas a Diamond City?— preguntó el enorme canino.
—P-pues si— el chico guardó parte de su equipaje en el maletero y algunas maletas las subió con él al entrar al auto. Ya estaba todo listo, era hora de partir. El joven miraba la ventana con algo de nostalgia, estaba dejando atrás la cuidad donde había pasado toda su vida, recordaba tantos años de entrenamiento en aquella represa del barrio chino de la ciudad, esa salida que había hecho con Karate Joe para despedirse cuando se decidió la mudanza, no pudo hacer más que suspirar.
—¿Primera vez que vas a Diamond city?— el conductor le preguntó y el copiloto miró hacia atrás de su asiento, donde se encontraba el chico.
—Emm, si, realmente no he ido a ver la ciudad, solo tengo un mensaje de mi padre diciendo donde viviremos, pero no le he echado un vistazo al lugar— respondió el karateka mientras miraba por la ventana.
—Si quieres podemos darte un tour por la ciudad, invita la casa— el chico apartó la vista de la ventana —¿De verdad?—. El gato y el perro asintieron, —Conocemos la ciudad como la palma de nuestras manos— dijo Dribble mientras conducía.—Entonces, ¿Conocen un lugar donde un chico joven como yo pueda conseguir un trabajo?— preguntó Cricket, el lugar quedó en silencio por unos segundos, —Bueno, en Diamond city es algo complicado que un chico como tu consiga trabajo, aunque creo que se donde podrías— Spitz buscó en la guantera del auto y sacó unos papeles de lugares donde se buscaban trabajadores.
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Warioware and Rhythm Heaven Trashcan
FanfictionBueno, aquí verán un montón de cosas raras, como headcanons, one-shorts, drabbles, shitpost, etc, pura basura hecha por mi de estos dos desconocidos juegos. Warioware y Rhythm Heaven son propiedad de Nintendo.