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ERICK

Despierto no por la alarma, si no, porque me están moviendo.

–¿Mmm?

–Erick, ¿recuerdas que iríamos a la clínica con mi madre?

–Oh sí, por supuesto. –respondo para rápidamente sentarme– ¿Qué hora es?

–Las diez de la mañana. A las doce del medio día, debemos estar en la clínica, debemos pasarlas a buscar.

–Perfecto. Me daré un baño, y ya bajaré a desayunar.

–Bien, ya lo estoy terminando.

Al Joel salir del cuarto, me levanto, agarro la ropa correspondiente que me pondré el día de hoy, para luego entrar a bañarme. Unos 20 minutos, fue el tiempo que utilicé para todo ello.

Antes de salir, e ir a la cocina, agarro mi celular que se encuentra en la mesita de luz, cargando.

–Hoy toca, huevos revueltos con jamón y queso, café, jugo de naranja, y tostadas. –comenta, al verme entrar.

–¡Que rico! –sonrío al ver toda la comida.

Comimos, hablamos de muchas cosas y me agradó, tan solo parecíamos dos amigos, hablando, despreocupados, felices. Cosa que Joel está fingiendo, debe de estar muy nervioso con lo que le dirán a su madre hoy, y me da cosa, soy horrible para dar ánimos o reconfortar a una persona.

–¿En qué piensas?

–En ti.

–¿En algo bueno?

–Si...

–Entonces me parece bien. –asiente.

–¿Cuántas parejas tuviste? –pregunto luego de un largo silencio.

Realmente hace mucho quiero saber eso.

–Ninguna.

–Vamos, que hablamos de las mentiras.

–He salido con bastantes personas, no te mentiré, pero nada serio.

–Oh, está bien, te creo. ¿Entonces no te va mucho estar en pareja?

–Miedo, por eso te comprendo, por eso también no quiero que esos "miedos" que tú tienes, te terminen comiendo por completo... porque yo lo viví, y tomé decisiones que al día de hoy me arrepiento.

–Oh. –suelto en voz baja

-Lo que quiero decir, es que hice algo feo en el pasado por el miedo, y pagaron segundas personas... no es que yo...

–Entiendo.

–Quiero decir también, que no me arrepiento de conocerte, tú me has hecho sentir después de muchos años, y no sabes cuanto te lo agradezco.

–Lo entiendo, me alegro entonces...

–¿Vamos? –pregunta luego de unos segundos.

–Sí.

En el camino fuimos hablando de cosas triviales, Joel habló un rato por llamada, nada importante por lo que dijo él, aunque su cara al principio fue rara.

Bajamos del auto y nos quedamos esperando frente a la casa de la madre de Joel.

–¡Ma, Nat! –Joel saluda.

–¡Ha venido Erick! –Patricia sonríe al verme– ¡Que bueno! Me alegro que estés aquí, haciendo compañía a la familia.

–Natalia, te presento a Erick, Erick, mi hermana Natalia. –habla, señalando a cada uno

¿Todo ok? - JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora