20.- Estaré allí por siempre y un día más

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JungKook

No puedo moverme, espero con nerviosismo la respuesta de su madre, mi precioso y tierno Jimin que si de por sí ya tenía mi corazón en su mano, con esto, con lo que acaba de debatir, me tiene completamente ensimismado, embelesado y sinónimos que se le parezcan.

El sonido de una puerta siendo abierta me saca de mi ensoñación, el padre de mi bolita sale de su habitación recién levantado, una bata de color azul marino cubre su pijama, su cabello está ligeramente alborotado, tal como el de mi arrocito cuando se despierta, sus ojos y mejillas se encuentran hinchadas y, cuando se percata de que no es el único en el corto espacio, se sobresalta. Me mira confundido, a lo lejos la voz de su esposa parece colocarlo en sus cinco sentidos. Me examina con detenimiento, veo una pregunta formándose en sus labios.

-¿Espiando?- me ha atrapado.

Niego de inmediato.

-¿Han estado hablando sobre la cena y tu presencia aquí?- cuestiona enarcando una ceja.

¿Cómo mentirle?

-Lo siento- digo apenado- Sí, lo han estado haciendo- asiento- Espero que el estar en su casa no haya provocado que problemas surgieran entre ustedes-

-No lo fue, muchacho- aclara casi al instante- Solo nos sorprendieron, nos agarraron con la guardia baja, mi esposa no es muy afecta a tener que lidiar con cuestiones que no entiende o al menos, con las que desconoce. No estamos acostumbrados-

-Lo sé- admito sin poder detener mis palabras.

-Es más que claro que no estamos presentes en la vida de nuestro hijo pero eso no nos hace malos padres y cre...- lo interrumpo.

-No estoy juzgando, señor Park- le detengo- No tiene por qué darme explicaciones- mete sus manos en los bolsillos de su bata- Pero si me permite sugerir, sería bueno que hablaran con Jimin, una charla íntima, demostrándole cuanto le aman-

-Lo tendré en cuenta, Jeon- acepta, mira las escaleras- ¿Nos quedaremos aquí o prefieres ir a desayunar?-

-Desayunar- contesto con una suave sonrisa.

-Después de ti- señala los escalones.

Bajamos con detenimiento, la madre de mi bolita ha desaparecido, volteo hacia la cocina y ya ahí, mi lindo pollito prepara la comida más importante del día, me acerco a él y rodeo su cintura con mis manos- Buenos días, Minnie- beso su mejilla- ¿Dormiste bien?-

-Como nunca, creo que el poco alcohol que ingerí provocó que descansara tal bebé en sus primeros meses-

Rio levemente- Eso pasa cuando no estás acostumbrado- observo el desayuno- ¿Hot cakes?-

-Sabes lo mucho que me encantan- responde con un puchero- ¿Quieres otra cosa? Puedo preparar lo que desees-

-Oh no, los hot cakes están perfectos- vuelvo a besar su mejilla.

-Buenos días, hijo- saluda su padre a unos metros.

-Papá- le regala una sonrisa- ¿Quieres hot cakes? A menos que también estés a disgusto con la presencia de mi novio y no se te apetezca compartir la mesa con él-

No es capaz de ocultar la sorpresa en sus ojos, ni siquiera yo preví este comportamiento, en definitiva no esperábamos aquella pregunta por parte de su hijo- No tendré inconveniente, buscaré a tu madre-

-Salió- dice al instante- Fue a respirar aire fresco-

-¿Salió de la casa?-

-En efecto, no tiene mucho, se llevó su teléfono- anuncia sacando nuestro desayuno del sartén. De pronto me siento incómodo.

His Last Smile *KookMin*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora