Por fin era fin de semana, y ya faltaba poco para acabar el instituto y algo raro iba a pasar tenia ese presentimiento. Necesitaba quedar con mi mejor amiga Elisa, nos conocíamos desde pequeñas y éramos como hermanas, no podíamos estar dos segundos sin vernos, a veces pensaba que teníamos telepatía y era cierto, nos leíamos la mente y con solo mirarnos yo sabia lo que pensaba ella y ella sabia lo que yo pensaba.
Eran las cinco de la tarde y quedamos en mi casa. Mi casa era de dos plantas tenia un paseo de piedras hasta llegar a la entrada y a la vez estaba cubierto de plantas y rosales que siempre florecían (a pesar de que no fuera la época), también teníamos enormes cerezos al lado de la entrada. Antes de llegar hasta la puerta tenias que subir unas escaleras de color blanco que daban al porche, teníamos dos asientos a la derecha y una mesa de café, la puerta era de un color marrón oscuro con una cristalera en el centro, los asientos y la mesita tenían el mismo color. La casa por fuera parecía muy antigua pero por dentro era muy moderna y eso es lo que le gustaba a todo el mudo porque parecía que entrases en otra dimensión, los estereotipos no eran lo nuestro. También la llamaban "la casa encantada" porque siempre florecían las rosas y eso a mi también me parecía algo especial. Siempre que entrábamos Elisa se quedaba alucinada aun que conocía mi casa desde que nació (bueno,.. si desde que nació). Aquel día paso algo extraño fue como una señal, la verdad nunca supe porque el sótano estaba cerrado.
- ¿Lara has oído eso?
- Sí, pensaba que había sido otra de mis paranoias- la hice reír pero al momento se volvió a poner seria.
- Creo que viene de tu sótano- El ruido sonó de nuevo y aunque tenia prohibido acceder a el, el ruido fue como una explosión y eso me asusto, a lo mejor se hundiría la casa, no se, pero tenia que ver que fue eso, algo en mi me decía que tenia que ir a ver...
- Creo que tendríamos que ir a mirar.
- ¡Estas loca!, tu que quieres, ¿que tu madre te encierre de por vida?
- No pero hay que hacerlo imagínate que la casa se hunde o algo así...
- Bueno, te acompaño pero si tu madre nos pilla yo no e tenido nada que ver ¿vale?
- Vale...
Así que fui a la cocina y cogí un cuchillo para abrí la puerta que había debajo de las escaleras que supuestamente era la que daba al sótano, cuando me acerqué a la puerta con Elisa y fui a poner el cuchillo en la ranura me encontré que toda la puerta estaba cubierta con papel de pared, daba la sensación de que estaba ahí para que nadie se diera cuenta de que había una puerta, lo quite con mucho cuidado y lo deje caer.
- Lara
- Dime
- Ay algo escrito en el trozo de papel que has quitado...
- ¿Qué pone?- lo dije mientras me acercaba a ella.
- Dice... "No podrás abrir la puerta con un cuchillo solo la podrás abrir con una llave tu eres la única que sabe donde esta, pero si la encuentras y abres la puerta atente a las consecuencias tu y tu amiga Elisa. 328D"
- ¿Lara que quiere decir eso, estamos en peligro?- Elisa estaba muy asustada, aun que solo fuera una nota ella se preguntaba porque estaría su nombre en esa nota que llevaba ahí desde hace mucho tiempo...
- No lo se, pero este numero es un numero de un libro de la biblioteca.- en mi casa en el piso de arriba tenia una biblioteca muy grande que tenia hasta un ordenador para buscar los libros, todos estaban ordenados por color y letra y cada uno correspondía a un numero pero el problema es que teníamos 563 libros y cada estantería tenia una letra y había hasta la letra D justo para mirar si había un libro con el numero 328D....
Nos dirigimos a la biblioteca de casa, las estanterías estaban colocadas de tal manera que recubrían todas las paredes de la habitación, en medio de esta habían 3 estanterías mas puestas verticalmente para aprovechar el espació de la habitación. Me puse ha buscar, parecía que el libro se encontraba en la ultima estantería de la derecha de la habitación. Lo mas raro es que donde tenia que estar el libro había una libreta para rellenar el hueco, vi que algo brillaba detrás de ella como si se estuviera cayendo por la parte de atrás, así que le pedí a Elisa que me ayudara a sacar todo lo que me impidiera llegar hasta esa cosa. Cuando acabamos de sacarlo todo metí la mano para coger un libro que se estaba apunto de caer por detrás de la estantería. El libro estaba lleno de polvo, cuando lo quite vi la portada y me quede anonadada por que me sonaba muchísimo y cuando mire a Elisa ella estaba igual.
- ¿Elisa porque nos suena tanto este libro?
- No se porque pero me suena de haberlo visto cuando éramos pequeñas, el problema es que es lo único que recuerdo de nuestra infancia.
- La verdad es que yo también, solo me acuerdo de aquel día de verano que estábamos en la playa pero no me acuerdo de nada mas hasta los diez o doce años.
- Es verdad yo también me acuerdo de ese día, pero de nada, es muy raro.
- Voy a esconder el libro y mañana seguimos que son las 10 de la noche y mañana tenemos clase, quedamos en mi casa después?
- Vale.
Me pareció extraño porque al día siguiente Elisa no vino a clase ni tampoco a verme, no le di gran importancia porque solía hacer eso a menudo.
La verdad es que se había pasado el fin de semana volado con todo esto del sótano y mi madre seguía de viaje. Estaba preocupada por ese ruido, no quería que volviera otra vez. Cogí el libro que encontramos detrás de la estantería y le acabe de quitar el polvo. El libro era de color oro recubierto con un relieve que tenia textura de tallo o mas bien hiedra, estaban perfectamente colocadas en todo el libro dejando un espacio en el medio donde había una piedra de color turquesa perfectamente ovalada con un brillo especial, el titulo todavía tenia polvo que no me dejaba leer con claridad, cuando lo saque ponía "libro de las sombras" me quede muy sorprendida, la verdad no se percibía mucho el titulo y era difícil de ver.
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El Sótano.
FantasyLara es una chica normal como las demás, pero un día su vida cambiara por completo... Será capaz de aceptar los cambios? Descubrirá a alguien que cambiara su vida aun más?