Capítulo XLV

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     Russell Harrison.

     ¿Qué está haciendo aquí?

     ¿Cómo fue que lo confundí con mi hermano?

     —Jackie Roosevelt, sabía que te encontraría aquí.

     —Es sólo tu forma de decir que tuviste que adivinar mi posición mediante las cámaras de seguridad.

     Debí evitar quedarme a pensar en mi crisis de consciencia. Itou debe estar esperándome… Sólo debo deshacerme de este sujeto, no me tomará más de un par de minutos.

     — ¡Ve, Persian!

     He tomado a Russell por sorpresa, pues él no se esperaba que yo quisiera entrar en batalla sin antes escuchar su monólogo absurdo. Él libera a un Mienshao que adopta una posición de ataque al estar frente a mi Persian. Mi mirada se cruza con la de él y Persian le da inicio a la batalla lanzándose sobre al cuello de su enemigo.

 

     Me cuesta caminar entre las camas de los Iniciados, es como si en todas ellas estuviera viendo a Olivia. Cómo quisiera poder olvidarlo, al menos para encargarme de este asunto.

     — ¡Escúchenme! —digo levantando la voz, todos se desperezan y algunos se acercan a Mewtwo confundidos—. ¡Tengo que sacarlos de aquí! ¡Les pido a todos que se levanten y me sigan! ¡Correrán peligro cuando la batalla inicie!

     — ¿Qué batalla? —pregunta una de las Iniciadas, no debe tener más de once años.

     — ¿Es una de las pruebas del Jefe? —pregunta un chico que debe estar entre los catorce y los quince, y que se distingue por tener una cicatriz reciente que le surca toda la mejilla derecha.

     ¿Cómo se supone que podré salvar a estas personas?

     — ¡La Elite está por caer! —Les digo, sólo me es posible mantener el coraje en mí si levanto la voz—. ¡Por favor, síganme! ¡No queremos que ustedes salgan heridos!

     Comienzan los murmullos y los cuchicheos. Cada vez me pongo más y más nerviosa. No puedo hacer esto, no puedo ayudarlos. Aunque logre sacarlos de este edificio, no podré hacer nada para salvar sus vidas. Es cuestión de tiempo para que nos atrapen.

     — ¿Qué está pasando? —dicen y se quejan—. ¡No podemos irnos! ¡Nos han dicho que no debemos salir de aquí sin autorización! ¡Tú no vistes como los miembros de la Elite! ¿Cómo sabemos que no se trata de una trampa?

     Mierda… ¿Por qué no pueden simplemente obedecer a lo que les digo?

     —Decepcionante, humana.

     ¿Qué diablos está diciendo Mewtwo? ¿Qué va a saber él de lo que me provoca el simple hecho de estar aquí?

     — ¡Atención! —exclama robándome la palabra, su voz es suficiente para acallar las voces de los demás. Todos esos Iniciados deben estar escuchando esa voz en sus cabezas, así como hacemos nosotros cada vez que Mewtwo intenta comunicarse con nosotros—. Nuestros amigos están afuera intentando llegar al Jefe de la Elite para acabarlo. Ustedes correrán peligro si se quedan aquí, así que hemos venido a evacuarlos.

     Mewtwo no puede continuar pues es interrumpido por una fuerte sacudida que da el suelo. La electricidad se esfuma y los murmullos se convierten en auténticas muestras de terror. Los segundos parecen eternos, las respiraciones de todos se escuchan como si estuvieran amplificadas. Mewtwo y yo compartimos el mismo pensamiento, lo sé. Algo está pasando.

     —Mewtwo, ¿qué ocurre? —le pregunto.

     Pero él no responde. Tan sólo escuchamos el sonido de una explosión varios pisos por encima de nosotros. El suelo se sacude de nuevo bajo nuestros pies y nosotros caemos de bruces. Y entonces, cuando estoy intentando recuperar el aliento, tan sólo escucho esos cristales rompiéndose… Y ese grito que suelta la voz de Jackie antes de que ocurra una explosión mucho más potente.

Pokemon V: La Batalla Contra la EliteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora