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Louis tal vez se está volviendo loco, tal vez está perdiendo la cabeza porque una semana después ve al oficial Styles en un bar. El hombre no viste su uniforme y sus prendas están escondidas debajo de una larga gabardina color beige. Los ojos del Alfa están oscuros y viajan a través de la habitación mientras se sienta frente a la barra.

Louis se mantiene lejos de él, está seguro de que su mente le está haciendo una broma. El lugar está oscuro y han pasado varios días desde la última vez que durmió las horas suficientes. Se dirige a la parte trasera del club, la música rebota en las paredes y un fuerte olor a sudor y alcohol flota a través del aire cuando llega a la zona VIP. El Omega aletea sus bonitas pestañas hacia el guardia de seguridad.

Louis sabe que es hermoso y toma ventaja de eso en cada oportunidad que tiene. Sus ojos provocan que todos los Alfas y Betas se vuelvan débiles y sus caderas son un sueño para todos ellos. Louis es sigiloso y sabe que el sexo controla a todas las personas, es un chico indomable y eso hace que los Alfas más fuertes se vuelvan desesperados.

Louis solo menea sus caderas, camina lejos de la soga de terciopelo y sonríe con coquetería hacia los Alfas que observan sus movimientos. No toma mucho tiempo para que uno de ellos se acerque a él.














—Es un placer encontrarte aquí, Omega.

Louis ya sabe quien es por su aroma, es más fuerte que la esencia impregnada en las prendas que se encuentran pulcramente dobladas sobre su cama. Es un aroma dominante de tabaco y vainilla, ambos crean una perfecta combinación y una textura cálida, tiene un toque picante y una pizca de dulzura azucarada.

Esta noche los ojos del oficial Styles se encuentran oscurecidos, están rodeados por largas pestañas negras y sus pupilas están dilatadas. El Alfa baja la mirada hasta Louis quien está del otro lado de la soga de terciopelo. —No pensé que te volvería a ver después de que te escapaste por la ventana del sanitario.

El lobo del Omega lloriquea, rogando por el perdón del Alfa alto y hermoso. Sin embargo, Louis intenta mantener la compostura, incluso si eso es casi imposible.

El oficial muerde su labio y le da un sorbo a su bebida. —Supongo que todavía tienes mi ropa.— Su voz es grave, retumba dentro de su pecho y es incluso más ruidosa que la música que se reproduce desde los altavoces. Él habla lenta y sensualmente, sus palabras están bañadas de caramelo y están servidas como si fueran un postre.

—¿Qué estas haciendo aquí?— Louis habla finalmente, su respiración se detiene cuando el oficial le sonríe suavemente.

—Trabajando.— El tono del Alfa es cortante.

—¿Tienes permitido beber mientras trabajas?— Louis pregunta, señalando con su cabeza la copa de alcohol que tiene el hombre en su mano. —Pensé que eras un policía.

—Lo soy.— El Alfa asegura. —Estoy de agente encubierto.

Louis inclina su cabeza, sus ojos están enfocados en la comisura de los labios del Alfa, la cual está formando una media sonrisa. —¿Para qué estás trabajando en encubierto?

—Estoy considerando contártelo solo si tú me dices cual es tu nombre.— El Alfa estira la mano. —Soy Harry.

Louis sacude la mano del hombre con inseguridad y da un pequeño paso hacia atrás cuando se percata de que está demasiado cerca del oficial. Él respira profundamente y mira en dirección al Alfa adinerado que hace unos minutos se le había acercado, ahora está sentado en un sofá de piel color negro con dos Omegas a su alrededor.

Louis encara de nuevo a Harry, observa los anillos caros en sus dedos y la brillante cadena que tiene alrededor de su cuello. Cambia su postura y ladea su cadera. —Tal vez lo haga solo si primero me compras una bebida, Harry.— Observa la oveja que adorna el suéter azul del Alfa.

El oficial muerde su labio, acercándose a Louis. —Se supone que debería de estar trabajando, pero no me puedo resistir a un Omega tan encantador como tú.

Harry le compra a Louis una bebida rosada de frutas, es cítrica y dulce. El Omega se sienta en un banco alto, bebiendo el alcohol mientras Harry se recarga contra la barra. La música sigue reproduciéndose, se desvanece hasta convertirse en una suave melodía de una canción pop. La multitud se tranquiliza significativamente, su energía ya no llama la atención de la intensa mirada de Harry. Louis envuelve sus labios alrededor de la pajilla y golpea suavemente el contador con sus uñas.

—¿Tu nombre?— Harry pregunta.

Louis muerde la pajilla. —¿En serio te interesa saber cómo me llamo?— La intención del oficial parece ser un secreto, ya sea que verdaderamente quiera saber el nombre de Louis o solo quiere tener al Omega por una noche.

—Por supuesto.— Harry dice. —¿Por qué no me interesaría?

Ninguno de los Alfas con los que Louis ha pasado la noche le han preguntado su nombre. Louis no es un ángel, él es todo menos eso. Ellos nunca ven más allá de sus ojos azules y sus caderas juguetonas, ellos solo ven lo que quieren, y todo lo que quieren es un Omega para follar.

Louis busca en el rostro de Harry alguna expresión que le indique que el hombre solo quiere su cuerpo, pero no encuentra nada. —Louis.

Los ojos de Harry se iluminan, el verde resplandece bajo los rayos neón y sonríe tan encantadoramente que Louis casi hiperventila. —Louis, Louis.— Repite, probando el nombre. —Me gusta.

El Omega esconde sus mejillas rojizas detrás del vaso de alcohol, alejando su mirada de los hoyuelos de Harry. —No es como si necesitara tu aprobación, Alfa.

Harry tararea con sorpresa. —Eso es verdad. Suelen gustarme cosas bonitas, como a cualquiera. Prendas bonitas, joyas bonitas, personas bonitas. Es un plus si esas personas bonitas tienen nombres bonitos.— Harry se acerca, su bebida se queda olvidada sobre la barra. —Y el tuyo te queda tan bien.

Louis puede ver cada una de las pecas de Harry, cada una de sus pestañas y los rayitos marrones en sus ojos. —Me han llamado bonito antes. No puedes esperar que caiga por esos cumplidos baratos.— Louis se siente orgulloso de su respuesta, él se aleja del gran Alfa y finalmente puede respirar adecuadamente dentro de ese sudoroso club nocturno.

—¿Baratos?— Harry levanta una de sus cejas, haciéndole una seña al camarero para que le sirva otra bebida. Ve algo detrás de Louis. —Debes saber que solo mereces riquezas y gemas, Girasol.

—¿Girasol? ¿Ya olvidaste tan rápido mi nombre?— Louis murmura.

—También me gusta darle nombres bonitos a las personas bonitas, en tu caso, un nombre incluso más hermoso.— La postura de Harry se mantiene relajada, su encanto es natural y Louis siente el sudor bajando desde la línea de su cabello.

—¿Y por qué girasol?

Harry tararea al ritmo de la canción que resuena dentro del club. —Te diré al terminar la noche si es que creo que mereces saberlo.

Don't Call Me Angel; larry stylinson [bottom!louis] [traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora