*Siento no haber podido subir antes, he tenido muchos exámenes y tabrajos :s*
PARTE II
“Somos un juguete del destino.”
12
Miedo
Sigo viendo las estrellas iluminando mi cara. Continúo sentada frente al ventanal junto a mi cara. Las estrellas brillan mientras la noche se come la luz y mi corazón palpita velozmente en mi pecho, deseando salir y dejar su cárcel lejos de él. Aprieto mis dedos alrededor de la taza de té que Puck me había dado hace horas, ya frío, pero algo familiar entre mis manos. Mis párpados se cierran mecánicamente y mi respiración no es más que el resultado de tantos años haciéndolo. Mi pelo enmarañado re enreda y me da igual; mis pies se convierten en cubitos de hielo. Y me da igual. Mi espalda grita, pero no me importa, yo solo observo las estrellas y dejo la sangre caer por mis brazos.
Respiro hondo y parpadeo.
No hago esto desde que tenía catorce años.
El suave beso de la cuchilla al hundirse en mi tierna piel. La sangre resbalando hasta formar un pequeño charco en el suelo.
Ni un solo calambre de dolor es capaz de aliviar mi miedo.
No pensé que volvería con mis pasadas amantes, que volverían a rozar mi piel y, en vez de dañarme, cubrirme de un fino velo de tranquilidad, de protección… de seguridad.
A veces me pongo triste.
Tan triste que
Me quedo mirando de forma vacía a la pared,
Y nada de lo que digan me importa.
¿Por qué?
Porque en ese momento NO EXISTO.
Pero esta noche la sangre en mis manos no es solo la mía.
La sangre escarlata de Abril me cae por las mejillas como lágrimas enfurecidas. En mis manos se mezcla con la mía y no se seca, sigue húmeda y haciéndome recordar…
Miedo.
Sangre.
Miedo.
Sangre. Sangre. SANGRE.
La sangre de Abril se me mete en la boca, y su sabor es el de la muerte.
Viernes noche. Dos semanas antes.
Los dedos de Puck se entrelazan con los míos, enviando un torrente de electricidad por mi cuerpo. Aprieto sus dedos y lo acerco hasta que su frente y la mía se tocan. Suspiro y nuestros ojos se encuentran.
—¿Sabes? Cada vez que leía un libro donde los protagonistas se gustan y empiezan a salir demasiado rápido, ponía los ojos en blanco, pero visto lo visto, creo que me tengo que tragar mis palabras.
Puck sonríe y mis mejillas se enrojecen.
—Bueno, princesa, llevo demasiado tiempo en la tierra como para tomarme las cosas con calma. Y cuando digo demasiado, es demasiado. ¿Para qué gastar tiempo? Muchas mujeres, muchos años…Muchos siglos
ESTÁS LEYENDO
Ever Dream [PARADA TEMPORALMENTE]
Romance"Cuando hablan amantes, el amor entiende. Lo que digo es que mi pecho se une al tuyo de tal modo que entre ambos hacen uno. Si dos corazones se juran amor, después ya no queda más que un corazón." - William Shakespeare, El sueño de una noche de ver...