ᴇsᴛᴜ́ᴘɪᴅᴏ ᴄʜɪʟᴀɴɢᴏ ➳ᴄᴀɴᴄᴇʟᴀᴅᴀ✍

VIII

El 'joven' mexicano despertó tras una larga siesta. Lo primero que sintió fue la suave tela de una sabana de algodón, la sensación era cálida.

Pero hubo dos cosas que lo hicieron despertar completamente en cuanto su vista se acostumbro a la obscuridad que hacia allí.

El recordaba haberse quedado dormido en el sofá de los rusos mientas veía memes. Ahora se encontraba en una habitación, cobijado en una cama desconocida y sin su preciado celular cerca.

La otra cosa que lo hizo reaccionar por completo fue el tremendo frío que sintió, le temblaban las manos y las piernas.

–no mames... Que pinche frío hace

Se quito la cobija de encima y se levanto de la cama. En cuanto lo hizo comenzó a temblar más.

Examinó el cuarto con atención, logrando visualizar a duras penas el interruptor de la luz, debido a que el cuarto se encontraba en completa obscuridad. Se acercó a este y lo presiono levemente.

En cuanto el cuarto se hubo iluminado examino completamente la habitación, era una habitación sencilla pero linda, y lo más importante, ordenada.

–ah que chido, aquí si esta acomodado

Su vista se detuvo en la mesita de noche al lado de la cama, ahí estaba su única preocupación, su celular. Se acerco rápido a este y lo tomo para revisar la hora.

–¿a poco me dormí tanto tiempo? Si apenas eran las ocho

Se quejo en voz baja observando la hora en su celular, las doce cuarenta y siete de la madrugada, esa era la hora que marcaba en reloj, la hora que debía ser en Rusia, pues ya había ajustado la hora de su celular. 

–fruta madre... Hace un buen de frío y yo queriendo salir del cuarto... Bueno, aunque sea na' más pa' ver donde esta mi jefecito.

Se disponía a salir del cuarto, pero el frío lo hacia pensarlo dos veces. Se acerco al armario de la habitación y busco alguna prenda abrigadora.

Encontró dentro una suave chaqueta negra, la saco rápidamente de su lugar y se la colocó. Era suave y cálida, aunque le quedaba un poco grande, salio de la habitación sin si quiera tomarle mucha importancia a quien podría pertenecerle el cuarto o la chaqueta. 

El pasillo se encontraba en completa obscuridad, recorrió las distintas puertas que había a lo largo del pasillo. Su mirada se detuvo en cierta habitación que se encontraba al fondo.

Se acercó con cuidado a la puerta de aquella habitación, la abrió lo más silenciosamente que pudo y se asomo a ver que había dentro. Pudo visualizar a muy duras penas a su padre dormido junto al ruso. Abrazados cálidamente y con expresión muy calmada.

Sintió ternura por dicha escena y cerró la puerta en silencio. Camino por el pasillo y llego a las escaleras de bajada.

Con total calma bajo hasta la cocina y entre la obscuridad trato de servirse un vaso con agua. Aunque conociendo a nuestro querido chilango sabemos lo que paso.

Intentando servir el agua entre la obscuridad acabo por tirar el vaso de cristal provocando que este se quebrara, además de haber hecho bastante ruido al chocar accidentalmente con unas ollas al darse la vuelta para buscar un trapo para secar todo el agua que tiró.

–¿por que estoy tan pendejo?

Maldijo internamente a su persona e intento recoger todo rápidamente, con la esperanza de no haber hecho tanto ruido, como para haber despertado a alguien.