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Eleanor

Habían pasado tres semanas desde que Tom había dejado de hablarme, había dejado de intentar, me había hecho a la idea de que ya no quería nada conmigo.
En menos de dos meses tendría mi audición y debía seguir entrenando, eso aún sintiéndome agotada por todos los medicamentos que ingería.
Jazmine se mudaría conmigo a Nueva York ya que consiguió un trabajo como enfermera en un hospital, lo cual era maravilloso porque odiaba estar sola todo el tiempo.
Estaba en camino a la universidad mientras escuchaba la radio y oí una noticia que decía algo sobre Tom estando de gira en Estados Unidos, lo cual me hizo sentir mal porque yo sabía que había arruinado las cosas, o bueno, ellos lo arruinaron.
Cuando estacioné auto tomé mi teléfono y decidí llamar a nuestro apartamento, con suerte él estaría ahí, esperé a que sonara, cuando atendió me quedé petrificada al oír la voz la de Blair.

—Hola, ¿quien habla?— cuestionó en un tono prepotente, ella sabía que era yo, mi número estaba registrado.

— ¿Blair?—alcancé a decir tímidamente, no sabía el porqué ella me intimidaba después de que quiso ir a adueñarse de mi apartamento.

— ¿Eleanor? Que bueno que llamas quería saber si te ibas a llevar tus cosas o...— la interrumpí confundida, más vale no fuera lo que estaba pensando.

— ¿A qué te refieres?- pregunté un tanto molesta. Maldito Thomas.

— Es que me mudaré— dijo en un tono burlón. No quería oír como se burlaba de mí así que colgué la llamada.

Para Tom era muy fácil enviarme al diablo, me sentía humillada de nuevo. Bajé del auto para ir a mi clase, al llegar al salón de Historia Universal me senté en uno de los pupitres del centro, mis compañeros pasaban junto a mí y muchas veces me ignoraban cuando no se trataba de algún trabajo en equipo, para ser sincera no estaba interesada en crear relación alguna con ellos.
Me concentré en lo que decía el profesor, hablaba sobre cómo Alemania pagó los daños de ambas guerras mundiales.

Mi teléfono vibró y estaba esperanzada con que fuera Tom, pero en realidad era Zendaya, me pedía que por favor nos reuniéramos en su hotel hoy, a lo cual acepté, aprendí a no guardarle rencor después de lo ocurrido.
Después de clases, mientras conducía a donde sería mi reunión con Zen, intenté hacerme razonar sobre lo que podría pasar y que la culpa no sólo era suya, también de él.
Esto en lugar de ayudarme me perjudicaba, sólo me ponía más ansiosa, al llegar seguí las instrucciones que Zen me dio y la vi en el restaurante del hotel.
Ella me estaba esperando ahí mientras lucía su belleza, no podía evitar sentirme menos al verla, vaya que era perfecta.

—Hola— saludé tímidamente, ella se giró hacia mí y le dio una sonrisa, al instante se levantó para rodearme con sus brazos.

—Me alegra que hayas aceptado esta invitación— dijo entusiasmada, ella me invitó a sentarme a su mesa y antes de conversar ordenamos algo para comer.

—Bueno, me causa mucha curiosidad la razón de haber venido aquí— hablé después de que la mesera se fuera, ella asintió.

—No tuvimos oportunidad de charlar sólo nosotras desde el show, el cual fue genial, lo hiciste mucho mejor que yo— me halagó, yo sólo reí nerviosamente— quería verte porque aún siento culpa por lo que ocurrió, comprendí que no era correcto hacerle eso a otra chica, de verdad me arrepiento.

Eso no lo pensaste al acostarte con... basta, Eleanor, se está disculpando, no digas estupideces.

Vaya, okay, creo que es muy amable que te disculpes y bueno a ninguno de los dos los culpo por los errores que cometí en ese entonces, pero aún no puedo perdonarles la humillación— me sinceré, en serio esa era lo que más me dolía, que Tom me hubiera hecho quedar así.

Clean// Tom Holland Donde viven las historias. Descúbrelo ahora