Capítulo 5: Decepción.

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De un momento a otro Marinette estaba transformada en Ladybug, corría con habilidad por los tejados enfrascada en una veloz carrera con su compañero, la silueta masculina de él se perdía en la oscuridad en una competencia en la que ella iba ganado.

—¡Mi lady! —la voz grave de Chat Noir llegó a sus oídos —¡Recuerda que el que gane le dará un beso al otro! —grito provocando un eco.

—¡Lo siento, gatito! —responde ella agitada —¡Si yo gano! ¡Voy a hacer lo que quiera! —solto una suave risa desviando la mirada en busca de la del chico.

Sin embargo no encontró la mirada de Chat Noir sobre su rostro como esperaba, extrañada regreso su vista al frente, encontró la figura de su compañero de pie apenas unos metros de ella, aún más extrañada optó por detener sus pasos, para su mala suerte no logro hacerlo a tiempo por lo que tropezó con el cuerpo de Chat Noir quedando justo por encima de su cuerpo.

—Gato tonto —se quejó risueña —Solo a ti se te ocurre posicionarte frente a mi —ríe levemente intentando ponerse de pie.

El chico detuvo sus intentos por quitarse de encima de su pecho y paso un brazo por la estrecha cintura de Ladybug.

—¿Cuántas veces te he dicho lo linda que eres, bug? —murmuro cerca de sus labios.

La chica soltó un suspiro tembloroso que se perdió con la brisa nocturna.

—Marinette —la voz de su acompañante se distorsiono —Marinette —ahora fue solo un llamado agudo —Marinette —insistió la voz.

Ella algo somnolienta se incorporó solo un poco de su cama, experimento una extraña sensación de decepción por el hecho de haber despertado de aquel extraño pero interesante sueño, la voz, que ahora identificaba como la de su madre, volvió a acariciar sus oídos.

—Hija ¿puedo pasar?

—Claro mamá, pasa —contesto somnolienta incorporándose por completo en la cama.

—Oh, lo siento hija —se disculpó Sabine al ver a la chica frotarse los ojos para despejar su vista —¿Te desperté? —agrego en tono más suave.

—No te preocupes, mamá —bostezo negando —Ya estaba despierta.

—Mi niña —Sabine sonríe enternecida —Solo venía a avisarte que el desayuno ya está listo, baja cuando estés lista, recuerda también terminar de empacar lo que te falta y ya sabes que puedes pasar el día con tus amigos, cariño —ella bajo de nuevo al comedor.

—Claro —murmuro para ella misma.

Marinette se estiró en su cama antes de ponerse de pie, comenzó su rutina normal, arreglo algunas cosas de su habitación y termino de acomodar el equipaje restante antes de tomar una ducha rápida.

Cuando volvió a su habitación ya vestida, sacudió su cabello húmedo antes de atarlo en dos coletas como de costumbre, tikki salió de su cómodo escondite bajo la lámpara con una apariencia cansada.

—Buenos días, Marinette —saludo la kwami —Tengo un poco de hambre y antojo dulce —dijo con su tierna vocecita.

Ella asintió antes de darle unos dulces que guardaba en su habitación para situaciones como está, le tendió los dulces junto a un par de galletas.

—¿Te sientes bien, tikki? —pregunto preocupada por el estado de su kwami.

—No es nada, Marinette —muerde su galleta con paciencia —Casi no pude dormir gracias a ti.

—¿A mí? —pregunto ella confundida.

—Si, toda la noche hablaste dormida y no dejaste de repetir el nombre de Chat Noir.

Somos uno mismo [Editando].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora