¿Puedes voltear? ~Terminada~

0.79

Yoongi había arropado bien a Jin, cerró sus cortinas y bajó la luz para que no le molestaran en lo absoluto, quería acercarse más, quería abrazarlo y pedirle perdón, quería mirar sus ojos y pedirle mil veces perdón, quería besar sus labios aunque fuera la última vez.
Su mano temblaba al acercarla al hombro de Seok para acariciarlo, era como si fuera de cristal, no quería romperlo mucho menos ensuciarlo.
Sus ojos se llenaron de lágrimas y alejó su mano, la puso en su pecho y sollozando se volteó, le dolía la manera en que todo terminaba.

-T-te... Te amo SeokJin.

-Y yo te amo a ti.

Yoongi se sorprendió y volteó mirando a Jin sentado en la cama, Yoon frunció el cejo y sin esperar se le fue encima abrazándolo olvidando que era de cristal, lo abrazaba como si jamás lo hubiera hecho.
Jin sonrió y también lo abrazaba con dulzura.

-No quería despertarte, quería cuidarte. Sé que no soy bienvenido pero quería verte por última vez.

-Yoongi ya no finjas más sí? Yo... Yo escuché que terminaste conmigo por que Changkyun te lo pidió.

-Qué? Lo sabías?

-Estaba algo ido más no dormido como dijo Kyun. Escuché su conversación.

-Ya veo. Entonces? Que debemos hacer?

-Yoongi... Tu eres mi destino, tu eres a la persona que quiero amar diariamente.

Yoongi sonrió y sin esperar nada más le dio un beso, un beso seco pero lleno de sentimientos que ambos podían transmitir. Jin se separó y le sonrió.
Ahora ambos se miraban con ternura, no había nada que pudiera separarlos.

Changkyun y Kihyun tomaban juntos algunas copas, no estaban ebrios pero no podían conducir así que pidieron un taxi, Changkyun acompañó a Ki a su departamento, ambos entraron.

-Te hago la cena. ¿Qué dices?

Kyun sonrió y asintió, ambos fueron a la cocina, mientras uno hacía la comida sin habla el otro miraba con cierto brillo a ese chico que se encontraba en momentos tan raros... Pero en verdad ambos ayudaban de alguna manera.
Kihyun le sonreía de vez en cuando y al terminar sirvió aló de mariscos en un plato que ambos compartirían. Yoo tomó un tenedor y le dio un camarón a la boca de Kyun, el otro lo recibió y con los rostros rojos se miraron pero luego de unos segundos dejaron de hacerlo riéndose de los nervios.

-Te gustó?

-Eh? Sí, los mariscos saben deliciosos.

-Gracias. Quieres algo de...

Kihyun se había volteado pero Kyun le tomó la mano acariciandola, Yoo sentía su respiración agitada y su rostro más rojo.

-Tienes unas manos hermosas.

-Changkyun... Yo, no quiero que las copas digan cosas que...

-No quiero y no voy a culpar a las copas, esto es real Kihyun, me gustas y... Jamás me había sentido así con nadie, en verdad siento que lo nuestro debe funcionar.

Kihyun lo miraba, Kim se levantó y se acercó al cuerpo de Yoo, lo tomó del rostro y fundió sus labios en un primer beso que seguían torpemente.

Jungkook y Taehyung se encontraban paseando por las calles de su vecindario, Taehyung sentía vergüenza de tomarle la mano pero ya eran las 10 de la noche y nadie estaba cerca.
Jungkook se detuvo y a la par Tae quien lo miró raro.

-Sí somos novios deberíamos de actuar como tal, quisiera que nos tomaramos de la mano y que nos fuéramos besando por las calles.

-Es que... Aún siento algo de pena y...

-Por favor, no hay nada de pena.

Tomó a Tae de las manos y se acercó para darle un beso, ambos movían sus labios necesitados de eso y se sentía demasiado bien. Cuando se separaron Tae no evitó voltear a un lugar donde exactamente esta su profesor mirándolo con ojos... Tristes? Realmente ambos no habían hablado más y se dejaron de ver y hablar pero el maestro en verdad quería a Taehyung no sabían que esto iba a pasar.

-Estás bien? Tae?

-Mmm puedes ir a la tienda? Tengo sed.

Jungkook asintió y sin voltear a aquella dirección fue a la tienda.
Tae se acercó a su profesor y lo saludó.

-Buenas noches profesor.

-Por qué no me dijiste nada de esto? Sobre qué lo nuestro jamás iba a hacer? Realmente me veía como un estúpido ilusionandome con lguien de tu edad.

-No, profesor yo... Yo quería explicarle todo pero... Esto pasó tan rápido...

-No importa como haya pasado, me mentiste y... Duele como no tienes idea.

-Por favor profesor, escucheme.

-No quiero escuchar a alguien que solamente dice mentiras.

-De acuerdo, sólo le pido perdón, perdón por haber a ilusionado cuando sabía perfectamente que aún tenía sentimientos por Jungkook. Sólo eso, disculpe.

Namjoon bufó y se dio la vuelta para irse, incrédulo negaba por tal disculpa pero ya no importaba.
Taehyung sentía que había liberado una carga y sonrió, cuando miró a Jungkook se le fue encima haciendo que lo cargará, la verdadera razón era que tenía miedo de que esto pasara, que Namjoon lo mirara con Jungkook pero... No puedes esconder para siempre las cosas.

Hoseok Jugaba videojuegos mientras su novio le hacía la cena, realmente ellos eran diferentes a las demás parejas, ellos desde el primer momento en que se vieron dijeron que ambos eran el uno para el otro, han tenido peleas, discusiones pero siempre es mejor pedir perdón aunque uno no haya tenido la culpa. Ambos disfrutaban de su tiempo a solas, ambos eran felices viviendo juntos y cuando estaban separados ansiaban verse y darse los besos y las caricias que no pudieron darse en el día.
Hyungwon había perdido el miedo de todo, el miedo que se volviera a encontrar a Hoseok, el miedo a cada vez que Hoseok alzaba la mano para acariciar su cabello... Sus miedos los había superado gracias a ese chico, gracias a su novio que estaba para él siempre.

-Ya está lista la cena Hoseok.

-Ya voy. Huele delicioso.

Ambos se miraron y se sentaron a cenar hablando de muchas cosas.

El chico suspiraba mientras caminaba pateando las piedras que se encontraba, escuchaba su música a alto volumen con sus manos en los bolsillos mientras se preguntaba por qué él no era feliz en esta historia, que tenía que hacer para serlo? Por qué tenía que fijir ser feliz con sus amigos cuando no era así? Su cuerpo chocó con otro haciéndolo caer y mirar a la persona que le tendía la mano, abrió un poco su boca cuando lo reconoció.

-P-profesor Namjoon.

-Déjame ayudarte Jimin.

Ambos se miraron, uno que estaba de pie tratando de ser amable dándole la mano al chico que estaba en la acera fría aún sin poderse creer que su maestro estaba a estas horas de la noche vagando igual.
La luz de luna era hermosa para una nueva relación.