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Hongjoong literalmente arrastró el cuerpo de Park Seonghwa por las escaleras del edificio para poder llevarlo hasta su habitación, si le preguntaban, sentía que en cualquier momento su espalda se rompería en dos; traer a Seonghwa dormitando sobre su espalda no era para nada una tarea fácil y de igual forma, el peliblanco se encontraba mínimamente alcoholizado y se mareaba algunas veces.

— ¡Dios! ㅡ refunfuña entre los pasillos — ¡quédate quieto! — masculló ya que Seonghwa constantemente se removía sobre su espalda y frotaba la mejilla contra su hombro.

— eres suavecito — Seonghwa susurró casi cerca de su oreja, sujetándose al mismo tiempo de sus hombros para no caer — hueles muuuy bien — murmura una vez más con la voz aniñada. No mentía, a pesar de estar alcoholizado podía sentir la colonia del peliblanco la cual era suave, pero fresca con un aroma a dulce, similar a una naranja.

— necesito abrir la puerta, Seonghwa, quédate quieto — súplica un poco nervioso por el aliento del mayor en su cuello, buscando al mismo tiempo las llaves de la puerta entre las bolsas de su abrigo, al encontrarlas, maniobra para no tirar al mayor y así abrir la puerta al mismo tiempo, al estar adentro, camina con Seonghwa hasta poder llegar a la habitación, lo acuesta sobre la cama estando a punto de levantarse cuando el pelinegro le toma de la mano.

— no quiero quedarme solo — Seonghwa dice en un murmullo bajo, mirando el rostro contrario en la oscuridad; atrajo el cuerpo de Hongjoong más cerca del propio, tomándolo por el cuello del abrigo, acercando el rostro peligrosamente al del menor.

El aliento de ambos se estaba mezclando por la cercanía y ambos admitían en sus interiores lo mucho que les gustaba

Hongjoong no sabía cómo reaccionar, tenía a Seonghwa muy cerca; podía ver a la perfección sus ojos casi negros y sus labios con una tonalidad un poco rosa similar al rubor de sus mejillas No estaba seguro si a causa del alcohol comenzaba a sentir algo removiéndose en su interior, similar a un cosquilleo.

— quédate conmigo — Seonghwa pidió mientras miraba los labios del más bajo, teniendo la repentina tentación de besarlos. Sentía que en cualquier momento perdería la razón si pasaba un segundo más sin tocar los labios de Hongjoong, su propia boca picaba por sentir tacto. Continúo acercándose hasta los labios de Hongjoong provocando que un leve roce se hiciera presente en ambas bocas, el pelinegro acortó finalmente la distancia que los separaba, tomando la iniciativa en el beso el cual era muy lento.

El cerebro de ambos chicos estaba en blanco, incapaces de pensar en las consecuencias que tendrían más tarde, en su lugar, se permitieron a si mismos sentir el deseo deslizarse de entre sus labios y los cientos de mariposas que revoloteaban en las bocas de sus estómagos, tornando la situación más intima y apasionada.

Seonghwa atrajo el cuerpo de Hongjoong aún más, queriendo sentir mejor los labios de él; mordisqueando y jugueteando con su belfo inferior, pidiendo permiso para entrar en su boca. Hongjoong entreabrió los labios recibiendo la tibia lengua de Seonghwa, ambos podían sentir el alcohol de la boca ajena desplazarse por sus pupilas gustativas y eso solo los invitaba a explorar más la boca contraria, llegando a soltar suspiros entre el beso. No querían separarse, pero la falta de aire estaba comenzando a ser un problema, siendo Hongjoong el primero en alejarse.

— está bien, me quedaré contigo — respondió con los ojos cerrados, aún con la imagen de hace unos segundos atrás, todavía sentía la calidez de los labios ajenos hormiguear sobre los propios. Sonrió cuando abre los parpados, notando a Seonghwa más tranquilo entre sus brazos. Hongjoong sabía que el alcohol había sido el culpable de las actitudes de Park, así que se obligó a si mismo a matar la llama que había comenzado a emerger a la altura de su pecho.

Trastorno Obsesivo Compulsivo|| SeongJoong.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora