—Es pésima idea...
Le digo mientras miro el reloj.
Faltan veinte minutos para las cinco de la tarde.
Tengo el estómago revuelto.
Podría entrar por la puerta en cualquier momento.
—¿Por qué?, dijiste que ella no te reconocería, a menos de que viera tus pezones, qué cabrona eres, Elena. No puedo creer que hiciste eso.
Pongo los ojos en blanco.
—Ya sé. Yo tampoco lo creo. No sé qué se me metió.
— Yo sí sé exactamente qué se te metió.
Me sonrojo.
— Tranquila, ¿sí? Ni siquiera se dará cuenta de que estamos aquí. Y hay
muchísima gente en el bar. Tendrás mucho tiempo para observarla y armarte de valor.—¿Para qué quiero armarme de valor?
—Para saludarla.
—Olvídalo.
—¿Entonces para qué diablos vinimos?
—Sólo quiero verla, de verdad no puedo resistirlo. Cuando la veas me
entenderás.—¿Me arrastraste al Heaven's Night de último minuto sólo para espiarla?
Katya me mira con suspicacia.
Asiento.
—Sólo la he visto en fotos y, bueno, durante una fracción de segundo
cuando pasó a toda velocidad en su auto junto a mí. Quiero verla en persona una vez, durante largo rato.—La verdad es que tampoco puedo resistir la tentación de saber qué tipo de mujer considera The Balkan que es su pareja ideal.
—Sigo sin entender, Elena. ¿Por qué no te acuestas con ella, aunque sea sólo una vez? Si es tan guapa como dices, ¿por qué no disfrutar una noche maravillosa que nunca olvidarás?
—No sé si soy capaz de disfrutar «una noche maravillosa» con ella.
No sé cómo explicarle a Katya mis sentimientos irracionales por esta mujer.
Despertó una añoranza en mí que nunca antes había sentido.
De algún modo sé que, en el fondo, si juego con este fuego, me carbonizaré.
O al menos mi corazón quedará
hecho cenizas.Soy justo el tipo de mujer que intentaba evadir al unirse a the Balkan.
Sé que lo soy.
Y ni ella ni yo podemos cambiar esa situación.
Entonces, ¿qué caso tiene? Ninguno.
Kat se encoge de hombros.
—Bueno, ¿entonces a qué venimos? ¿Sólo a torturarte? Digo, ya sabes qué
busca ella, y sabes que no es el amor. Es sólo una tipa más que se unió a «The Balkan».—¡Shhh! ¡Cállate!
Le he dicho mil veces a Kat que la existencia de The Balkan es mera y completamente confidencial, pero a ella le encanta la idea de que haya un club clandestino de ricachones excéntricos y quiere que le cuente los
detalles más jugosos—Sólo quiero verla en acción. Quizá eso me ayude a sacarla de mi sistema ¿Qué hora es?
—Cuarto para las cinco.
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The Balkan
Fiksi PenggemarElena es una chica joven que trabaja como agente de admisión en un club de citas por internet para poder costearse la carrera de Psicología. Julia Volkova, una mujer adinerada y exitosa profesionalmente, entra en contacto con The Balkan después de...