Vampire • [BGyeom] ✓

V E I N T I T R E S

—¿Hola?— preguntó, mientras caminaba hacia su habitación.

—J-Jae..— dijo YuGyeom casi en un susurro.

—¿Yu? ¿estás bien?— preguntó. Cerró su puerta y se sentó en su cama.

—N-no..—

—Dime que pasa, sino no podré ayudarte— dijo, algo cortante, aunque por dentro estaba preocupado.

—Sólo, ¿podrías venir? no quiero decírtelo por teléfono..— dijo, con la voz entrecortada. Estaba llorando.

—Tengo cosas qué hacer y..—

—Por favor..— luego de eso se largó a llorar.

Jae mentía, no tenía nada que hacer, pero por más que esté preocupado por YuGyeom, él estaba mal y lo último que quería hacer era verlo.

—Está bien— dijo, rindiéndose.

—Gracias, te quiero mucho..— Jae cortó antes de que YuGyeom termine de hablar.

Su pecho dolía y tenía un gran nudo en la garganta, pero aún así, amaba a YuGyeom y por más que este lo lastimara, siempre iba a estar para él.

Se dió un corto baño y se puso algo más cómodo.

—Tengo que irme— dijo, mientras sacaba de la heladera una botella de agua. —volveré tarde o no sé—

—¿Adónde irás?— preguntó Jackson desde el sillón.

—Con.. alguien—

—YuGyeom, ¿verdad?— preguntó Mark, que estaba al lado de Jackson.

—Me llamó y estaba llorando, no puedo dejarlo solo..— respondió.

—Jae..—

—Lo siento, lo haré, y no me interesa lo mucho que me duela verlo, quiero que él esté bien. Adiós chicos— dejó la botella de nuevo en la heladera, se dirigió hacia la puerta y salió de ahí.

Mientras bajaba en el ascensor se dió cuenta que estaba algo desabrigado, tenía un short con una remera, más su pelo mojado. Seguramente iba a enfermarse de nuevo. Cuándo salió del edificio, se le erizó la piel y sintió escalofríos por todo el cuerpo a causa de tanto viento y frío. Empezó a caminar lentamente, mientras frotaba sus manos contra sus brazos intentando darse calor. Era una muy mala idea, pero ya estaba afuera y le dijo a YuGyeom que si iba a ir, no le quedaba de otra.

—Mierda..— temblaba y ya estaba a cinco cuadras de la casa de YuGyeom. Su pelo seguía algo mojado y caían gotas heladas por su nuca. Sus labios temblaban mucho al igual que su cuerpo y cada vez que exhalaba salía vaho por su boca. Miró hacia abajo mientras intentaba no tocar las líneas del piso, para distraerse y no sentir tanto frío, aunque no funcionó. Después de tan pocas cuadras que se hicieron una eternidad, llegó. Tocó el timbre y esperó un rato, hasta que salió la madre de YuGyeom.

—Hola, ¿JaeBum, verdad?— dijo mientras se tapaba el pecho con su campera desabrochada y se cruzaba de brazos. Jae asintió levemente y ella se hizo a un lado para que pase. —pasa. Debes estar congelado, ¿quieres algo de tomar? ¿café?—