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Han pasado un par de días desde la llegada de Payton en la que creí que lo perdería. Ahora él esta mucho mejor, hemos entrenado cada día sin descansar. Payton nos ha dicho que para que su padre nos ayude debemos invocarlo y dejarlo entrar a la tierra, ya que no se le ha sido permitido volver desde hace mucho tiempo. Es arriesgado, por que si no quiere marcharse no lo hará.

—¿Como sabemos cuando la batalla sera desatada? —pregunta Sami. —No tenemos ni una pista o amenaza.

—Falta poco, de eso estoy seguro. —dice Greyson que sabe más que todos nosotros aquí.

Payton camina de un lado a otro. Esta pensado, frena en seco y hace una mueca de dolor. Se dirige rápidamente a su habitación y lo sigo para ver si se encuentra bien. Al tocar la piedra de su puerta lo veo mirándose la espalda en el espejo.

—Pasa. —me dice con un dolor notable en su cara.

—¿Qué sucede? —le pregunto.

—Mis alas, me están saliendo y duele mucho. —dice haciendo otra mueca de dolor. —Y pican.

—No puedo decir que te entiendo, realmente no lo viví.

—Tú estabas totalmente inconsciente por el impacto del hechizo, pero si no hubiera sido por eso, hubieras sufrido mucho. —me dice volviendo a mirarse en el espejo.

—Déjame ver. —le digo acercándome a él.

Voltea y se levanta la remera, deja al descubierto su perfecta espalda, noto las 2 cicatrices enormes en la misma. Creo que es la primera vez que las veo. En la parte de arriba, unas pequeñas plumas negras se desprenden desde dentro de la cicatrices.

—Sera extraño verte con alas. —le digo dejando que baje su remera.

—Lo se, es extraño hasta para mi volver a tenerlas, sentir ese peso en la espalda, sentir libertad al volar. Ver como plumas se desprenden de las mismas quedándose en tus sabanas. Extrañe mucho eso. —dice con una sonrisa.

Se nota que esta feliz de haber recuperado sus alas y creo que me alegro de verlo así, ha estado muy preocupado por todo este último tiempo y ahora parece todo lo contrario. Solo veo esa expresión en él cuando realmente debe estarlo.

—No sé que hubiera hecho si no despertabas. —digo recordando esa noche.

—Nunca te hubiera dejado aquí sola y jamás lo haría, tenlo en cuenta. —
me dice caminando a la pared de piedra frente a mi y apoyándose en la misma.

—A veces hay cosas que no puedes evitar que pasen. Mira si hubieras muerto, aunque así no lo hubieras querido, así hubiera ocurrido y no hay vuelta atrás.

—Lo sé, pero lucharía hasta el último segundo de mi vida para volver contigo. De eso siempre debes estar segura. —sus palabras me llenan de sentimientos.

Debo admitir que me gusta bastante. Es atractivo y no solo eso, es tan perfecto en todos los sentidos. Es atento y dulce, es amable, comprensible, tierno. Es literalmente irreal. El único problema es que probablemente sea desterrada del cielo por tener sentimientos hacía un ángel de la muerte. Más siendo el hijo del mismísimo Azrael.
Y no quiero que eso suceda, así que debo tragarme mis sentimientos y seguir como si nada. De todas formas él no debe sentir lo mismo que yo.

—Estas algo distraída, ¿todo esta bien? —me pregunta sacándome de mi ensoñación.

—Oh si, claro que lo esta. ¿Por qué no lo estaría? —no sirvo para disimular.

—Puedes decirme lo que sea, prometo que soy de confiar. —no puedo decirte que acabo de descubrir que me gustas mucho.

—Gracias, tú igual. —digo rápidamente.

Me mira con curiosidad, se que sabe que algo más pasa y tambien sabe que no le diré nada.

—Debo irme. —digo sin saber que más decir.

—¿Podemos vernos esta noche? —me suelta antes de que pueda salir.

—Claro, ¿en nuestro lugar? —le pregunto recordando la forma extraña en la que actuó la vez anterior.

—¿Dónde más sino?, extraño mucho ese lugar. Hace bastante no me paso por allí.

—Pero si estabas allí hace un par de noches. —le digo recordando claramente que era él. Me mira confundido.

—Juro que no he estado ahí en mucho tiempo. —me dice con sinceridad.

Eso explica por que actuaba raro, es por que no era él. Apuesto cualquier cosa a que era Greyson espiándome.
Es bueno saber que ahora esta de nuestro lado, no quiero ni imaginar el dolor que hubiera sido que me cortara las alas. Me alegro mucho de haberlo hecho entrar en razón.
Podría estar yo allí, sin mis alas, desterrada. Allí o en el mismísimo inframundo. Donde probablemente moriría la primera noche.

—Tal vez lo soñé. —digo para no preocuparlo y para no revelar la verdad sobre Greyson.

Me mira con una sonrisa.

—Acabas de confesar que sueñas conmigo. —me dice haciéndome sonrojar. —Es bueno saberlo, así no me siento el único idiota que sueña contigo.

Lo miro sorprendida, ¿sueña conmigo?, ¿por qué?, mis propias preguntas me confunden.
No puedo seguir coqueteando indiscretamente e indirectamente con él. No quiero ser desterrada, perder mis alas y algunos de mis poderes.
Sería horrible para mi, ahora que mi vida humana es un asco, tener que volver a ella sería un tortura.
Eso me recuerda a que no me he despedido de mi mejor amiga.
Pienso en ir mañana temprano, a pesar del riesgo. Necesito abrazarla una última vez.
No voy a pasar por alto que solía ser todo lo que tenía además de mi madre y lo peor de todo es que no podre volver a verla, por su propio bien, mas que nada.
Si tan solo pudiera traerla conmigo... pero no puedo y no debo poner mas vidas en peligro. Ya fue suficientemente arriesgado salir la otra vez. Mañana voy a camuflarme, tal vez eso puede funcionar.

Salgo de la habitación recordando sus palabras. No puedo creer que acabo de coquetear con él ahí dentro, no puedo creer las palabras que han salido de su boca. Me siento muy confundida ahora mismo, así que me dirijo a mi cuarto y me tumbo sobre la cama. Alaska se recuesta de inmediato a mi lado y cierro los ojos, esperando poder pegar un ojo después de haber escuchado todas esas palabras saliendo de la boca de Payton. ¿Habrá algo entre nosotros que no notemos?, ¿hemos sido tan ciegos de no darnos cuenta de que nos gustamos?
Aunque debo estar imaginandolo, ¿por qué se enamoraría de mi?

Darkness #1 (Completa✔)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora