"Señor... Fui yo", declaró Jeff, "yo fui quien atacó a los niños, Liu trató de detenerme, pero no pudo."
El policía miró a su compañero y ambos se sorprendieron.
"Bueno, chico, parece que te espera un año en prisión..."
"¡Esperen!", gritó Liu. Todos se sorprendieron al verlo sosteniendo un cuchillo. Los oficiales sacaron sus armas y apuntaron a Liu, "Esperen por favor, no disparen, Jeff es inocente yo hice todo, perdí el control, me golpearon un poco esos punks y me enojé. Tengo las marcas para probarlo."
Él levantó su camisa para revelar heridas y moretones, como si hubiera estado en una lucha.
"Hijo, solo tienes que dejar el cuchillo", dijo el oficial.
Liu soltó el cuchillo, levantó las manos y se acercó a los oficiales.
"No, Liu, fui yo, ¡yo Lo hice!", gemía Jeff con lágrimas corriendo por su rostro.
"¿Eh?, pobre hermano, tratando de tomar la culpa de lo que hice", sonrió tristemente Liu.
La policía llevó a Liu a la patrulla.
"¡Liu, diles que fui yo, diles, yo fui quien golpeó a los niños!"
La madre de Jeff puso las manos sobre sus hombros.
"Jeff, por favor, no tienes que mentir, sabemos que fue Liu, puedes detenerte."