La maldición // Luzuplay

El Beso Del Verdadero Amor

Pongamos una cosa clara. Luzu ya no odiaba a Auron, si es que alguna vez lo había hecho; por supuesto, se había sentido herido, resentido y con increíbles ganas de que se fundiera hasta las cenizas. Pero después de volverlo esa masa naranja, la bilis dentro suyo se había reducido hasta convertirse en lo que era: Un dolor punzante. 

Por su parte, Auron se dio cuenta demasiado tarde del torcido resultado de su elección al ver a Evil Luzu, había ocurrido exactamente lo contrario de lo que quería. Por si fuera poco su relación con él estaba acabada, no entendía razones y el orgullo del calvo era demasiado grande para seguir disculpándose. Cosa que no sintió necesaria tras ser transformado en ese slime tan asqueroso, una exageración en toda regla, de la que, con ayuda de sus nuevos amigos de la alcaldía también se había vengado. 

Pero algo entre los juicios y enmascarados había calmado las aguas entre ambos, antes de darse cuenta, otra vez disfrutaban auténticamente la compañía del otro. 

— Hey Luzu — Dijo Auron una noche tras acabar con un zombie chetadisimo — ¿Cuando… vas a quitarme esto? 

Luzu lo observó confundido, pero tras pensarlo un segundo entendió que se refería a su aspecto

— Ah, perdón, lo olvidé 

— Que vergüenza Luzu

— Pero aún no te he dado la tarea

— ¿Pero qué quieres que haga? ¿Vuelo la alcaldía? ¿Asesino a Lolito? Es que no hay mucho que pueda hacer que no hayas hecho ya tú — Levantó sus manos y se las llevó al rostro, su piel lucía como brillante miel al estar iluminada por la antorcha — Mírame a pesar de tener esta cara tan guapa Mónica me tiene asco, se queda conmigo solo por mi encantadora personalidad

Hubo un tirón en el corazón de Luzu, que fue ignorado

—Bueno igual y a lo mejor me he pasado un poco — El encapuchado empezó a caminar a su casa — Sígueme, hablaré con los dioses oscuros

— ¿En serio? — Gritó Auron con una gran sonrisa — Es que yo lo sabía, dentro de ti aún está el Luzu feliz, el amable, mi Luzu

Hubo un silencio un poco incómodo después de esas últimas palabras. 

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Un trueno cayó frente al altar oscuro y todo se puso muy brillante. El cuerpo de Luzu fue lanzado hacia atrás mientras una voz profunda y aterradora resonaba en sus oídos. 

"Nosotros los dioses oscuros no haremos un bien" 

Y todo se puso negro. 

Al abrir los ojos vio a Lanita muy preocupada sentada a la orilla de su cama, instintivamente buscó alrededor a Auron, pero sólo encontró un cuarto vacío. 

— Está afuera — Dijo Lana mirándolo como si entendiera lo que estaba pensando — Te trajo desesperadisimo porque no podía revivirte, lo que sea que eso signifique, y se estaba poniendo muy ruidoso así que lo eché a la sala

—¿Qu-quién? 

— Tu amigo el slime — Hizo una sonrisa traviesas — Ese con el que tenías una "Relación especial" 

Luzu se incorporó de un salto, rojo hasta las orejas y deseoso de irse, como si hubiese sido un niño al que capturaron haciendo una travesura. 

— Haces sonar como si hubiesemos sido novios o algo — Lana lo siguió con la mirada sin parar de sonreír — Te dije que no era nada y no te pusieras celocita, ... bueno ahora debo irme a acabar su maldición así que vuelvo pronto. Te quiero.