Su mirar

Capítulo 13

— ¿Estás enamorado de Ochako?

—Mierda, cuántas veces tendré que repetir que NO — expresa malhumorado un rubio — Maldita seas, Toga, para qué mierda estás aquí.

— Si dices que sí, te dejo a Melissa por los 5 años que querías y le aumento un plus, si lo dices de una manera melosa agregando una frase súper cursi: "Y la amaré por siempre", pero como eres tú: " Y maldito el que se interponga" Me parece un trato razonable, solo acepta, Katsuki.

— No lo haré, Toga, me veré débil — gruñe frunciendo su ceño y dándole una mirada de mil demonios a la rubia de orbes dorados.

— No quieres ver a Izuku Midoriya sufriendo por amor, se merece eso y más, Bakugou, tú lo sabes. Te humilló, te aplastó una y otra vez, no eras perfecto y él lo era, no quieres verlo completamente roto — susurra Toga en el oído de Katsuki, ella era rápida y lo suficiente para que el gran Bakugou Katsuki, no la pudiera ver e impedir que cruce su espacio personal — Es poco comparado a lo que se merece en realidad...

— Ja!, la gran novia de Deku, entrando a mi castillo para herir e insultar a su amante. ¿Acaso él no te presta la atención necesaria?

El semblante arrogante del malhumorado chico se intensificó al momento de ver como los ojos de Himiko se entristecían y su sonrisa desaparecía.
El diablo rápidamente plasmó su sonrisa más triunfante y lastimera posible, su querida amiga sufría por amor y él obviamente lo iba a disfrutar, hace años que no se reía internamente como lo está haciendo ahora después de todo unas buenas carcajadas no harían mal.

— Así que era eso — musitó el hombre — Dolor, venganza, muerte e ira, son sentimientos tan parecidos que tú siempre sentirás. ¿Quieres que Deku, también sienta todo eso?, ¿Quieres que te entienda?, de tal manera como lo haces tú Himiko Toga, pero tristemente él no lo hace entonces quieres qué... ¿Qué quieres, Himiko?

— Deja de estar jugando a los psicólogos Baku, querido. Sé muy bien que lo que menos quieres es ayudarme.

— ¿Dónde está la Himiko que se ríe de todo? La loca personalidad tuya ya no está, será que estoy en lo cierto.

— Una vez más deja de hablarme así — vocifera frunciendo el ceño y chasqueando la lengua — Acaso estoy hablando con el magnate de negocios, ese que les lava el cerebro a sus socios, el psicópata de escritorio, no, yo...

— A veces tiendo a ser así, no soy puro grito, Himiko, tú como modelo encantas, pero eso no funciona conmigo y sé que mis palabras te están llegando.

— Estás equivocado, tus palabras no producen tanto en mí.

— Y si te digo que sí, ¿Acaso eso no retumbará en tu ser? — alzando una ceja lo expresa — ¿Eh?

Las palabras dichas fueron un goce enorme en los oídos de la contraria, su pequeño plan estaba funcionando bien.

— Oh, Bakugou-Kun, que feliz me siento, al fin jejeje ¿Dirás algo romántico? — la felina mirada esquiva los ojos intensos del rubio, sonrojándose y con su mano tapa su sonrisa — Quiero que digas: Estoy absolutamente enamorado de ese ángel llamado, Uraraka Ochako.

— Eso no soy yo — dice con una cara asqueada y sus ojos en blanco — Daré asco con solo pronunciar la tercera palabra.

— Pero, Bakugou-kun, eso es sumamente adorable es algo que diría un enamorado — realiza un puchero cruzando sus brazos mientras refunfuña — ¿Tienes algo mejor?

— Acaso soy de esos pendejos que no tienen nada de cerebro y lo único que hacen es decir porquerías, no, no lo soy y por eso tengo algo mejor...

"...Me preguntas si la amo, ¡Ja!, yo mataría por ella y con eso tienes tu respuesta"